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El doctor Miller suturo la herida en su cabeza y le tomo algunas radiografías por si tenia algún hueso roto por suerte no era el caso, aun seguía pensando que había sido un milagro que sobreviviera después de aquel aparatoso accidente donde ella había sido la única sobreviviente.

-      Quiero estés pendiente de la paciente, si despierta me llamas por favor- dijo quitándose los guantes de látex y después el tapaboca.

-      No se preocupe, doctor- dijo la enfermera, que cobijo a Rachel y monitoreo su ritmo cardiaco.

-      Iré hablar con el comisario y luego a tomar una siesta-  Ethan se fue de la habitación mirando por última vez a la joven herida.

-      Doctor, cuéntame ¿como esta la chica? – el comisario del pueblo.

-      Esta estable, el golpe en la cabeza fue realmente fuerte pero no creo que tenga un problema cerebral, pude bajar la inflamación y suturar la herida solo queda parte de ella recuperarse.

-      Me alegro de que este viva, no puedo decir lo mismo de los otros ocupantes encontramos otro cadáver en la playa es una tragedia, es la primera vez que pasa esto.

-      Lo se, me imagino que quiere saber algo de la chica para buscar a su familia.

-      Así es ¿no tenia algún documento encima?

-      En realidad no, solo esto- entregándole la pulsera- tiene su nombre grabado en ella.

-      ¿Rachel? Un lindo nombre – le regreso la pulsera- informare en el puerto por si ya a alguien buscándola, me tienes informado de su progreso.

-      Esta bien, comisario.

Luego del comisario se fuera fui a mi oficina me quite la bata y me acosté en el sofá, estaba un poco cansado era el único medico de la isla un trabajo agotador pero es lo que mas me apasionado en la vida poder salvar vidas, mis padres me apoyaron en mi decisión cuando les dije que dejaba la ciudad para mudarme a la isla, quería ser un medico de vocación,  cerré los ojos y me imagine a la chica que acababa de sacar del mar, saque la pulsera de mi bolsillo de mi pantalón, leí su nombre una y otra vez.


Abrí los ojos lentamente, todo me daba vueltas la cabeza me dolía a horrores, lleve mi mano a ella note que tenia algo una especie de vendas, quise levantarme pero el cuerpo lo sentía entumecido así que volví acostarme lentamente ¿Qué me había pasado? ¿Dónde me encontraba? Dije mientras miraba a mi alrededor ¿Un hospital? Al notar los monitores y el suero a mi lado ¿había tenido un accidente? Pero no recordaba nada, comencé asustarme.

-      ¿Hola?- dijo débilmente- por favor ¿hola?- dijo de nuevo.

La puerta se abrió lentamente, entro una chica vestida de enferma tenia que tener unos 20 y tantos, de cabello negro largo, alta, con un brillo especial en los ojos y me sonrió.

-      No se levante, ahora mismo voy a llamar al doctor Ethan a decirle que por fin despertó, no se mueva.

Le hice caso a la enfermera, me sentía confundida no recordaba nada del accidente, ni nombre nada tenia la mente en blanco.

-      Doctor – entro la enferma al consultorio- la paciente despertó.

-      Gracias, Penélope. Ahora voy – tomo su Estetoscopio y fue había la habitación.

Cuando entro la vio tan frágil, nerviosa y tenia con la mirada confusa, sentido pena por ella se acerco despacio hasta su cama.

-      Hola, soy el doctor Ethan Miller.

-      ¿Qué fue lo que me paso, Doctor? No me acuerdo de nada- llevándose otra vez la mano a la cabeza le dolía.

-      No se toque la cabeza, aun tiene algunos puntos que deben sanar ¿no se acuerda de nada?- ella negó con la cabeza, se coloco el estetoscopio- necesito que respire profundamente- hizo lo que le pidió- inhale, exhale... Eso es- luego de su bolsillo saco una linterna le pidió que mirara la luz de derecha a izquierda- ¿sabes tu nombre? ¿En que país vives?

-      No me acuerdo, no me acuerdo de nada- sus ojos se llenaron de lagrimas - ¿Qué me esta pasando?

-      Tranquila, no te agites era algo que me temía, tal vez sufras de amnesia.

-      ¿Amnesia? - Lo mire confundida.

-      Perdida de la memoria, Rachel.

-      ¿Rachel? ¿Por qué me ha llamado así? - Aún más confundida que antes.

-      Así te llamas, esto es lo único que pudimos encontrar- le entrego la pulsera, ella lo miro confusa y sus lagrimas bajaban por su mejilla.

-      Es horrible no acordarse de tu vida,  nada mas se como me llamo ¿Cuándo podre recuperarla?

-      Eso no lo se, la amnesia puede durar días, semanas, meses hasta años.

-      Oh Dios ¿Por qué tuve que pasarme esto a mi?- llorando.

-      Cálmate- tocando su mano con cariño- no voy a dejarte sola, no voy a apártame de tu lado hasta que te recuperes por completo, lo prometo- le sonrió.

 Creí en sus palabras, su sonrisa cautivadora hizo que dejara de llorar y disfrutar del contacto de su mano sobre la mía.

Cambiando El Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora