Cambiando El Destino.

#5

El beso duro unos segundos pero fueron suficientes para mi y darme cuenta que mis sentimientos hacia mi doctor eran reales, él despacio me aparto de su lado parecía algo avergonzado porque no volvió a mirarme.

-      Lo siento, Rachel no debió pasar.

-      Seguro lo dirás por el poco tiempo que nos conocemos pero si tu y yo…

-      Escúchame- mirándola con tristeza- no habrá nunca un nosotros, yo tengo novia.

-      ¿Tienes novia?- repitió sorprendida y a la vez dolida, creyó que el beso había significado algo para él, ahora seguro Ethan tenia una idea equivocada de ella, se sonrojo de solo pensarlo- No sabia.

-      Claro que no lo sabias- sonrió apenado- nunca te lo dije, porque no pensé que llegaríamos a este punto.

-      Ahora soy yo quien te pide perdón por besarte.

-      Esta bien, se que no volverá a pasar… Mejor te dejo para que te instales luego te vengo a visitar- salió de la habitación.

Aun tenia el sabor de sus labios en mi boca había sido un beso inesperado pero tan mágico, ella pensó que me había besado pero fue mutuo porque también quería besarla y desde hace días me intrigaba cada vez que la veía, su mirada hipnotizarte que poco a poco comenzó a cautivarme.

Maneje como loco hasta a mi casa, tratando de alejar a Rachel de mi cabeza. No quería que Penélope sospechara, cuando llegue ella estaba colocando la mesa.

-      Por fin llegas, la cena estará en 5 minutos- sonrió- ¿te pasa algo?

-      No, nada… Iré a secarme estoy empapado, esta lloviendo cada vez mas fuerte. - Se va a la habitación sin mirar a Penélope.

Me sentí como una completa estúpida creía que Ethan sentía algo por mi y no era así, tenia novia y seguramente se trataba de Penélope por la manera que ella lo miraba de forma tan intima como lo hacen los amantes, me senté en la cama quería gritar de la frustración, sin memoria, ni recuerdos y comenzaba a enamorarme de un hombre prohibido.

-      ¿Puedo entrar?- se trataba de Flor.

-      Hola, Flor… Si pasa.

-      ¿Tienes hambre? Estoy preparando algo de comer, dentro de un rato llega mi esposo así te lo presento.

-      Claro que si, gracias- levantándose de la cama.

Ethan se sentó en la silla y Penélope le sirvió la cena.

-      Estas muy callado ¿paso algo con Rachel?

-      No, no para nada- se apresuro a decir, aunque recordó el beso- es que el trabajo se esta volviendo mas duro.

-      Yo te dije que hay que conseguir nuevos médicos, tu no puedes atenderlos a todos.

-      Hace unos días llame a la facultad de medicina en Puerto Rico y quedaron de mandar a otros médicos.

-      Seria excelente, así tú y yo nos tomamos unas merecidas vacaciones… Desde que salimos de la universidad no hacemos otra cosa que trabajar y nos hemos olvidado de nuestra relación, mi amor. Me prometiste que íbamos a casarnos pronto ¿Lo olvidaste?

-      No lo olvide, Penélope pero eso de casarnos no lo veo por ahora, tal vez mas adelante.

-      Tu sabes que te amo, Ethan voy a esperar por ti todo el tiempo que sea necesario.

Rachel ayudaba a Flor con la comida en la cocina.

-      ¿En serio no te acuerdas de nada?

-      No, aunque hace unos minutos cuando estaba en el cuarto pensé que había recordado algo, pero no tiene importancia- porque enseguida se acordó del beso con Ethan.

-      Seguro, recuperas tu memoria pronto.

-      Eso espero, así podre regresar a mi vida.

En ese instante, entro un hombre robusto, canoso de unos 30 y tantos, era moreno y tenia cara de ser malvado, algo que incomodo a Rachel.

-      Rachel, te presento a mi esposo Marcus… Ella es la chica que perdió la memoria en el accidente aéreo.

Marcus no dijo nada, solo se le quedo mirando a Rachel de arriba a bajo de una forma que la inquieto mucho. Su instinto le mando una alerta que debía cuidarse de él.