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Miram









Terminé de ponerme el vestido justo en el momento que Jimin entró a la habitación, tenía una expresión de cansancio bastante notoria.

–Ya dentro de poco me iba, cariño. –Me acerqué a él quien me recibió con los brazos bien abiertos, a pesar del cansancio me regaló una de sus lindas y características sonrisas.

Amaba verlo con su uniforme clínico de color negro, ya que hacía mucho que no lo usaba. Se veía muy guapo con éste.

–Me tardé más porque tuve que explicarle algunas cosas a la secretaria, ya la contraté. –Me besó cortamente, mientras me sujetaba de la cintura.

–¿Cómo se llama?

–Seo Yerim. ¿Por qué?

–Sólo quiero saber el nombre de quién te vas a estar follando cuando no estemos juntos.

Él largó una risa y negó con la cabeza. –Eso no va a pasar, cariño.

–Claro –expresé sarcástica–, no sé a quien tratas de engañar. ¿Te parece bonita?

–Si, pero tú lo eres más –acarició mi mejilla con su pulgar, mientras me miraba directamente a los ojos provocando un revoloteo en mi interior, después de tantos años juntos, aún seguía teniendo el mismo efecto en mi–. Siempre serás más que el resto. –Volvió a besarme. –Quizás en un futuro nos podamos divertir los tres. –Sonrió descaradamente.

–En tus sueños. –Bufé, alejándome de él.

Quedé frente al espejo nuevamente admirando como me lucía el vestido que me acababa de poner, tenía dos opciones y este me gustaba más para la ocasión, además que resaltaba muy bien mi tono de piel. Era de un azul rey con un escote recto, me quedaba unos centímetros por encima de las rodillas y ajustado al cuerpo.

–¿Cómo te fue en las compras?

–Muy bien. Lamento si me excedí un poco.

–No importa –se encogió de hombros– ¿Compraste algo para mí? –Inquirió de forma sugerente y de inmediato supe a lo que se refería.

–Por supuesto, amor. –Giré la cabeza hacia él y le sonreí. –Compré algunos conjuntos que de seguro te encantarán.

Él se mordió el labio, sentándose en la cama. –Ya quiero ver.

–Pronto. –Solté mi cabello de la cola con la que lo tenía sujetado y este cayó en algunas ondas sobre mi espalda y hombros, acción que dejó a Jimin con la boca medio abierta cuando planeaba decir algo más.

Volví a verme en el espejo.

–Azul. Me gusta –hizo una pausa para luego agregar– Una mujer consciente de su atractivo, segura de sí misma y en la que se puede confiar. –Volví a fijar mis ojos en él, ahora a través del espejo, que tenía toda su atención en mi cuerpo.

–Usar rojo o negro no es lo mejor en este caso. –Dije, señalando sobre la cama, la otra prenda que tenía como opción que se trataba de un vestido de color rojo con un escote más pronunciado.

Si era para llamar la atención de un hombre, a las mujeres problemáticas les encantaba el rojo o el negro, además de eso usarlo en prendas bastante provocativas; muy predecible. Así que ese color tenía que usarlo con inteligencia y por el momento no quería que Seokjin sólo se fijara en mi cuerpo. Yo buscaba un esposo, no un amante.

Obviamente el físico es lo primero en lo que las personas se fijan, pero en este caso había que preocuparse de lo que venía con la presentación y me parecía que Seokjin era del tipo de hombre que una cara bonita y un cuerpo no era suficiente para tener por completo su interés. Yo había estudiado su manera de desenvolverse en entrevistas y pude notar que era un hombre algo reservado, muy ocurrente, honesto e inteligente. No era como el resto de personas con dinero que sólo gustaban de presumirlo y eso se debía a que se había esforzado en obtenerlo. El físico no sería suficiente para impresionarlo.

BY MY SIDE (DANGER) »KSJ;PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora