Jimin
–Bien, cariño. Una más.
La pequeña Yubin subió su pie derecho hasta donde le indiqué, con algo de dificultad pero lo logró nuevamente.
–Perfecto. ¿Estás feliz?
–¡Si! Ya puedo subirla más, Minnie –sonreí por aquel apodo que le había permitido ponerme– ¿Viste, mamá?
Ambos volteamos a ver a la mujer que sonreía de pura felicidad al ver los avances de su hija.
–Si, cariño, lo hiciste muy bien. –Se situó a su lado, dándole un abrazo.
–Descansemos diez minutos ¿les parece? Y luego continuamos –ambas asintieron–. Puedes comer esos pastelillos que tanto te gustan, Binnie, ese será tu premio por ser una niña tan valiente.
La pequeña dio varios saltitos en su lugar, emocionada.
Salí de la habitación, dirigiéndome al ascensor para bajar a la cafetería principal del hospital. Me sentía satisfecho con el avance de Yubin, hacía unos meses sufrió un desafortunado accidente mientras andaba en bicicleta, un auto la atropelló provocando fracturas en su pierna derecha, tibia y peroné respectivamente.
Estábamos trabajando con bastante paciencia en su recuperación para que volviera a su vida normal. Era frustrante para una niña no poder jugar con sus amigos o simplemente andar en bicicleta, ella muchas veces lo había expresado pero pronto estaría lista para retomar sus actividades cotidianas.
Saqué mi teléfono del bolsillo al entrar al ascensor junto a otros del personal médico y pacientes. Escribí un mensaje para Miram, le pregunté que le gustaría cenar y así al terminar mi horario iría a comprar lo que necesitaría, quería complacerla.
Las puertas se abrieron en el siguiente piso y una persona entró sin alzar la cabeza por estar escribiendo algo con rapidez en su móvil. La reconocí de inmediato.
Estaba delante de la vergüenza de la familia Jung. Qué magnífica casualidad.
Sus ojos chocaron con los míos y de inmediato sus provocativos labios se curvaron en una sonrisa tímida. Siendo honesto la chica me parecía muy atractiva, poseía una belleza y una sencillez cautivadora.
–Señorita Haesol, ¿se encuentra bien?
–¿Yo?
Nos hicimos a un lado cuando las puertas del ascensor se volvieron abrir, permitiéndole la salida a las demás personas.
–Estás aquí, en un hospital.
–Oh, si –soltó una pequeña risa– Ehm, vine a una cita con un nutricionista –fijó su vista en la identificación que llevaba colgada del cuello– ¿es doctor?
–Fisioterapeuta.
–Nunca pude haberlo imaginado.
Sonreí.
–¿Por qué?
–No lo sé... –Expresó con timidez, guardándose su pensamiento.
–Es una grata coincidencia encontrarnos por acá. –Metí las manos en los bolsillos de mi pantalón. –¿Quieres tomar algo? Vamos a la cafetería, yo invito.
En eso las puertas del ascensor se abrieron, ya estábamos en el ala principal del hospital por donde quedaba la salida y la cafetería.
Haesol pareció pensarlo mientras dimos unos cuantos pasos.
–Está bien, señor Park.
–Por favor, creo que ya deberíamos dejar las formalidades atrás.
Se supone que debía esperar a que Miram se hiciera más cercana a Jin para así yo ocuparme de Haesol, pero ya que se había presentado esta oportunidad no era lo más conveniente desaprovechar el momento.
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BY MY SIDE (DANGER) »KSJ;PJM
FanfictionEl peligro puede disfrazarse de una cara bonita, buenos modales y palabras acertadas: la fórmula perfecta para el caos. Julio, 2021. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Portada hecha por: @StaylaV / @_InYour_Kim ...