BY MY SIDE (DANGER) »KSJ;PJM

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Seokjin

Me desperté debido a cierto sonido repetitivo y casi sin ver saqué mi mano de debajo de la colcha para apagar la alarma de mi celular que se encontraba en la mesita de noche, pero en vez de levantarme me quedé mirando hacia el techo.

Giré mi cabeza hacia el lado vacío de mi cama.

Otro año sin ti, Haru.

Otro año sin ver tu sonrisa en persona y tener que conformarme con verla por fotos.

Otro año sin escuchar tu voz y tu delicada risa. 

Otro año sin sentir tus brazos y tu aroma a mi alrededor.

Te extraño.

–Arriba, Jin. Nada de quedarse en la cama. –Me animé como ella lo hubiese hecho.

Tomé una ducha y desayuné algo ligero mientras hablaba con mamá por mensajes.

Conduje hacia la empresa y, en el trayecto, no pude evitar rememorar la última vez que Haru y yo estuvimos juntos días antes de que muriera. El tiempo pasaba muy rápido, ya se cumplía el tercer aniversario de su partida.

Ella y yo nos conocimos en el momento más importante de nuestras vidas, en una Escuela de Cocina muy prestigiosa en París. Sólo teníamos dieciocho años y nos hicimos cercanos en poco tiempo por ser asiáticos estando en un país muy diferente al de ambos, además que cada uno tuvo que sacrificar muchas cosas para llegar a ese lugar. Claro que antes de tener una relación pusimos como prioridad nuestra carrera, hasta que nos dimos cuenta de que nuestros sentimientos hacia el otro eran muy intensos y eso fue casi a punto de graduarnos. Nos apoyamos mutuamente al alcanzar nuestros propios objetivos; ella se preparó en Gestión Hotelera y yo en Gastronomía. Cumplí mi sueño de trabajar en uno de los restaurantes más exclusivos de Francia, y del mundo, a los veintidós y ella pasó a ser parte del equipo directivo del hotel donde estaba dicho restaurante, casi al mismo tiempo que yo. Aún así con todo que estábamos logrando cosas tan importantes siendo muy jóvenes, siempre ansiábamos llegar a casa para estar juntos, cocinar, tomar un buen vino y sumergirnos en una tranquila plática.

Ella iluminaba mis días con su brillante personalidad y su manera de ver la vida, aunque había algo detrás de todo eso. Haru tenía un defecto cardíaco congénito, se lo diagnosticaron de adulta, y por eso vivía cada día como si fuera el último porque no sabía en qué momento su corazón se detendría a pesar de los tratamientos y cuidados. Todos pensamos que ella viviría por mucho tiempo pero lamentablemente no fue así.

Haru se fue siendo muy joven y casi no pudimos disfrutar nuestra vida de casados, sólo cinco meses, aunque fueron los mejores. Fueron cinco meses llenos de risas, aprendizajes y mucho amor, además de los años de noviazgo, pero nos hizo falta experimentar muchas cosas más.

Cuando murió yo la pasé realmente mal, estuve un año deprimido y enojado con el mundo, hasta que entendí que ella no hubiese querido eso para mí. Mi familia y amigos me ayudaron a salir finalmente de esa burbuja de tristeza y agonía en la que me encerré. Decidí vivir como Haru lo hacía, aunque no fue algo fácil, quise seguir su legado y ahora mismo podía permitirme disfrutar de las pequeñas cosas después de mucho tiempo, detenerme a admirar el cielo estrellado o el sol esconderse. Volví a disfrutar de preparar buenos platillos y darles a las personas momentos gratos.

El Jin antipático y gruñón en el que me convertí luego de su muerte ya no estaba, aunque habían días muy difíciles para mi.

Finalmente llegué a mi destino, saludé a todos los empleados con quiénes me topé y al bajar del ascensor en mi piso vi a Haesol que estaba detrás del mostrador situado frente a la puerta de mi oficina junto a Jungmi, la secretaria, que, básicamente, era como la asistente de la castaña pero eso cambiaría pronto.