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Haesol






Me ofrecí a comprar lo que necesitaríamos Yongsun y yo para hacer una tarta de fresas y melocotones, sería la primera vez para las dos preparando un postre y teníamos esperanza en que saldría bien, con ayuda de videos de YouTube por supuesto.

La rubia dijo que sería una buena manera para distraernos y relajarnos un poco después de unos días un tanto estresantes para ambas.

Ya iba de regreso de la tienda hacia el apartamento, mientras comía una paleta de caramelo. Tenía muchas más en la bolsa que cargaba junto con los ingredientes y otros dulces favoritos de Yongsun. Eran casi las nueve de la noche, solo esperaba que no se hubiese quedado dormida.

Me faltaba una cuadra para llegar cuando una camioneta negra se atravesó justo cuando iba a cruzar la calle y vi como bajó del lado de copiloto el señor Kwon, el asistente de mi padre.

–Buenas noches, señorita Jung –me saludó en un tono de voz neutro, como era lo usual– Necesito que me acompañe, el Presidente quiere verla.

–No iré a ningún lado, no tengo nada que hablar con mi padre. –Maldije el hecho de que ya supiera donde vivía, era obvio que no podía confiar en Hoseok.

Quise seguir mi camino, pero una de las puertas traseras de la camioneta se abrió y se bajó otro hombre, un guardaespaldas.

–No nos deja otro opción. –Dijo el señor Kwon para acto seguido sujetarme de un brazo para hacerme caminar, el otro hombre lo imitó.

Intenté resistirme, sin éxito, me subieron a la camioneta después de unos cuantos forcejeos. Estaba tan enojada que quería llorar, no entendía por qué mi padre seguía buscándome.

Pensé en que si no me hubiesen encontrado en la calle probablemente hubiesen ido hasta el apartamento para sacarme a la fuerza. Al menos le ahorré el mal rato a la rubia, aunque se preocuparía al ver que no había regresado.

En el camino todo fue en silencio, la rabia recorría mis venas y lo único que podía hacer era apretar las manos en puños sobre mi regazo para canalizarla.

Me llevaron al edificio principal del Grupo Jung.

–Puedo caminar sola. –Me solté de su agarre de mala gana cuando salimos del ascensor y avanzamos por el pasillo hacia la oficina de mi padre.

Al entrar lo vi detrás del escritorio sentado en su silla con un vaso lleno de algún licor en su mano, simplemente le hizo una seña a sus hombres para que nos dejaran solos.

Estar delante de Jung Jaewon siempre sería atemorizante, pero intentaba llenarme de valentía para enfrentarlo.

–¿Ahora secuestras a tus hijos? Te reinventas cada día...

Su sonrisa arrogante se hizo presente. –Si no era así no ibas a venir por tu cuenta, hija.

–¿Qué quieres?

Se levantó después de tomar algo de su escritorio y se acercó a mí. Un montón de fotografías cayeron a mis pies, sin entender me agaché y mi corazón comenzó a latir más acelerado cuando vi de que se trataba. En una de las fotos salíamos Jimin y yo, mi cara se podía apreciar perfectamente, de cuando fuimos a un club hace unos días. Revisé las otras, éramos nosotros captados desde diferentes ángulos, besándonos, bailando juntos, hasta en el baño cuando tuvimos sexo, por fortuna no eran explícitas pero si muy íntimas y dejaban claro lo que había pasado allí.

También habían fotos del día del lanzamiento del libro de Jin, nos vimos después del evento, habíamos ido a cenar y después a un bar. Obvio que lo querían hacer ver como si yo estuviese haciendo algo malo porque la cara de Jimin ni siquiera se podía apreciar con claridad, solo en las primeras si se veía su rostro. Él cambió su color de cabello a negro recientemente, así que cualquiera podría decir con facilidad que eran personas diferentes.

BY MY SIDE (DANGER) »KSJ;PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora