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Seokjin






Llegué a casa y apenas puse un pie en el interior escuché voces provenir de la cocina, enseguida una sonrisa se dibujó en mi rostro al reconocerlas. Caminé hasta allí y tuve la imágen de Ryunjin y mi madre sentadas alrededor de la isla, acompañadas de una botella de vino y bocadillos.

Las dos platicaban enérgicamente y reían, mientras bebían de sus copas. Ryun regresó hace unas horas de un viaje con sus amigas y quiso reunirse con mamá aquí, lo cual permití porque me gustaba tenerlas en casa.

–No me avisaron que ya estaban aquí. –Dije llamando su atención, ambas voltearon hacia mi.

–No queríamos presionarte. Debías estar ocupado en el restaurante. –Contestó mamá sonriéndome despreocupadamente, me acerqué a ella para envolverla en mis brazos.

–¿No hay abrazos para mí? –Enarqué una ceja mirando a Ryun.

–No. Eres fea.

–Qué infantil. Y ciego, además.

Reí, rodeando la barra hasta llegar a dónde se encontraba sentada y la abracé, sólo recibí quejas de vuelta sobre que era muy meloso. ¿Quién la entendía? Reclamaba mi atención y luego era demasiado para ella.

–¿De qué hablaban?

Me senté junto a mi hermana y mi madre se levantó para buscar otra copa.

–Del chef ese que mamá conoció en aquel restaurante en Roma. Le dio algunos tips de cocina y recetas. –Contestó Ryun.

–¿Ah, si? No me comentaste nada de eso –miré a mi madre que ya había terminado de servir un poco de vino en una copa, poniéndola frente a mi–. ¿Cómo se llama el chef? Quizás lo conozca.

–Ya le dieron celos.

–No, sino que si crearon tanta confianza como para que compartiera sus tips, me gustaría saber quién es.

–¡Celoso!

Ignoré a Ryunjin y me concentré en mamá que sólo sonreía con diversión.

–Sabes que tú eres mi chef favorito. Eres mi tesoro.

–Mamá. –Reí, sintiéndome un poco avergonzado.

–Se llama Julien algo...

–Cho.

–Ese. Su madre es coreana y tiene un restaurante muy bonito, te envié las fotos esa vez ¿recuerdas? –Asentí. La verdad es ella sabía socializar muy bien, además de eso muchas personas la reconocían en la calle; al parecer hasta internacionalmente–. Por cierto, mañana prepararé sujebi. Ryun irá a casa, ¿quieres que te guarde un poco?

Si había algo que me gustaba más que mi propia comida sin duda era la comida de mi madre. Ella me heredó su gusto por la cocina y por eso me convertí en chef.

–Está bien –recordé algo y saqué mi celular del bolsillo de mi pantalón–. Llamaré a Haesol, necesito que me diga que voy a usar maña-...

–Está arriba, en tu habitación.

Entonces fue que noté la cuarta copa casi vacía sobre la barra.

–No me dijo que vendría hoy. Es sábado.

–Vino para dejar tu ropa lista, pero se encontró con nosotras aquí. La invitamos a que se quedara un rato.

–Ni eso puedes hacer por tu cuenta. –Ryun se burló.

–Haesol cuida muy bien de ti. –Comentó mamá, enternecida.

–Tan bien que lo trata como un bebé.

BY MY SIDE (DANGER) »KSJ;PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora