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Miram





Mis sentidos fueron despertando, fui recobrando la consciencia y de inmediato percibí el irritante olor a antiséptico. Abrí los ojos con dificultad, parpadeé varias veces por la luz blanca cegadora que me rodeaba y finalmente caí en cuenta de que me encontraba en una cama de hospital, también fui consciente de algo que me inmovilizaba el cuello.

Me quejé, ya que mi espalda y mis brazos dolían. Una puntada se acentuaba en mi cabeza. Alcé mis brazos ligeramente, moví los dedos de mis manos y pies comprobando que tenía total dominio de estos porque recordé la sensación paralizante tan horrible que tuve cuando caí por las escaleras.

Una doctora rodó la cortina del cubículo donde me encontraba y al notar que estaba despierta, me sonrió cálidamente y se presentó. Me fijé en su uniforme, específicamente en el área de su pecho donde llevaba su identificación.

Era obvio que Jimin no me iba a llevar al hospital donde trabajaba y había optado por traerme a una clínica no tan lejos de casa.

La mujer me ayudó a tomar agua ya que mi garganta se encontraba muy seca, lo agradecí, aunque mi labio inferior ardió porque estaba roto, supuse que pasó por la caída. Luego comenzó a hacerme preguntas. Me preguntó como me sentía, prosiguió con la fecha en la que estábamos, mi nombre, mi fecha de nacimiento y todo lo respondí correctamente, examinó mis reflejos también para descartar algún problema por el golpe que me llevé en la cabeza. En eso, escuché la voz de Jimin desde afuera preguntando si ya había despertado, supongo que a alguna de las enfermeras y acto seguido lo vi aparecer frente a mí. Su expresión denotaba mucho alivio. 

Me contuve de gritarle que se largara.

–¿Cómo te sientes? –Preguntó con cautela, odié escuchar su voz, tenerlo frente a mí cuando antes estaba dispuesto a lastimarme.

Y lo logró.

–No tan mal. –Respondí, intentando no sonar tan cortante.

–¿Es su pareja?

–No, somos amigos.

Asintió.

–¿Puede relatar lo que pasó, señorita Song?

Jimin y yo cruzamos miradas por un segundo. Por más que quisiera decir la verdad por la rabia que me recorría, no iba a hacerlo. Nunca me atrevería a meterlo en problemas.

–Ya le comenté como te encontré casi inconsciente en la calle. ¿Recuerdas lo que pasó antes?

–No recuerdo mucho –dije, centrándome en la mujer que nos acompañaba– Yo... me resistí a un robo –logré sonar segura sin dejar de observarla para que no sospechara de mi mentira– Estaba cerca de un parque y en eso llegó un tipo, intentó quitarme mi celular pero me resistí, forcejeamos y terminé rodando por unas escaleras. Supongo que se fue después de eso porque solo recuerdo a unas personas que quisieron auxiliarme y Jimin justo llegó en ese momento... Mm, no recuerdo el trayecto hacia acá.

–Te desmayaste cuando te subí al auto.

–¿Y que hacía allí? –Inquirió, de nuevo. Algo me dijo que quería asegurarse de que no se tratara de un caso de violencia doméstica o algo así.

–Lo estaba esperando a él. –Señalé al rubio. –Habíamos planeado vernos, por eso lo estaba esperando en ese lugar.

–Te dije que podía ir a buscarte, Miram –posó una mano sobre mi izquierda, lo dejé– Eres terca. Por fortuna, llegué a tiempo.

–Debí esperar en un lugar más concurrido.

–No es tu culpa.

Obvio que no lo era.

BY MY SIDE (DANGER) »KSJ;PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora