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Jimin






Alcé la mano donde tenía el reloj por tercera vez y corté la llamada entrante de Miram, tenía el celular en mi bolso que estaba sobre un banco a unos metros de donde estábamos.

–¿Te encuentras bien? –Sonreí hacia Sol.

–Eso te lo tengo que preguntar yo a ti –le dije, estirándome hacia atrás. Estábamos en el gimnasio, era muy temprano y como se había vuelto rutina en algunos días, ella era mi compañera de entrenamiento– Has estado distraída.

–Lo siento... –Suspiró, y bebió de su botella de agua.

–¿Qué hay en esa cabecita?

–Muchas cosas –hizo una mueca– ya te conté lo que pasó con mi hermano hace unos días –asentí– pues, sigo preocupada por su comportamiento.

Jung Hoseok era un desastre andante, se había calmado un poco, pero al parecer volvió a los excesos. El nuevo heredero del Grupo Jung le estaba dando dolores de cabeza a su padre.

–También Jin... –Se calló de pronto, como si hubiese hablado de más.

–¿Qué pasa con él?

Ella negó con la cabeza y yo no insistí más, a pesar de que era importante sacarle información.

–¿Por qué no te tomas unas vacaciones? Creo que lo necesitas.

Tienes que alejarte de Miram y de mi, eso sería lo mejor para todos, quise decirle.

–No puedo ahora. –Suspiró cabizbaja.

–Vale, nuestro descanso de tres minutos ya pasó. –Me puse de pie y le ayudé a levantarse, riéndome de su expresión suplicante. –No me mires así, tu recompensa será un rico batido nutritivo.

–Una delicia, pero me gustaría acompañarlo con un sándwich de pollo con mucho queso derretido. –Comentó con una sonrisa, aunque esta no llegaba a sus ojos.

–Está bien. –La tomé de la cintura llevándola hasta una de las máquinas, ignorando ya la conocida sensación de culpa cuando estaba con ella.

Al terminar nuestro entrenamiento la llevé hasta su casa, pero me quedé unos minutos estacionado justo frente a su edificio, pensando en todas las decisiones que había tomado hasta este momento.

Antes de que bajara del auto quise advertirle de lo que podría pasar en unas horas, pero simplemente callé porque no iba a traicionar a Miram.

No podía ignorar el hecho de que Haesol representaba algo diferente en mi vida, genuinamente sentía aprecio por ella y la veía como una buena amiga. Todo cambió al pasar más tiempo juntos y ver que era una persona increíble, tan auténtica y noble.

Ya no la veía como un medio para un fin y me sentía culpable porque ella realmente confiaba en mi.

La pantalla de mi celular se encendió con otra llamada de Miram, respiré profundo y decidí contestar porque no dejaría de llamar durante todo el día si seguía ignorándola.

–Hola.

¿Por qué no respondías?

–No tenía el celular ni el reloj conmigo. ¿Qué quieres?

¿Vas a venir esta noche?

–No sé.

Jimin... –reconocí la molestia en su voz y como se estaba conteniendo– hace dos días que no nos vemos. No creo que estés tan ocupado, además tengo que hablarte de algo importante y-

BY MY SIDE (DANGER) »KSJ;PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora