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Seokjin







Miram me hablaba de algo pero mi mente se encontraba dispersa y me sentí un poco mal por no prestarle la suficiente atención, por lo que solo atiné a sonreír levemente.

No faltaba mucho para llegar a la zona donde estaba su residencia, íbamos en los asientos traseros del auto con Sanghyun como chofer. Luego de que terminara la celebración del cumpleaños de mi madre, me ofrecí a llevarla a su casa.

–¿Por qué no subes? –Me preguntó cuando el auto estacionó frente a su edificio.

–Eh... pues...

–Solo será un rato. –Insistió con una sonrisa.

Miram vivía sola, probablemente solo quería un poco de compañía. Era aburrido, además de triste, llegar a casa y no esperar a nadie y que nadie te esperara; lo comprendía perfectamente, por eso accedí y envié a Sanghyun a casa con el auto. Luego podría venir a buscarme o yo podía pedir un taxi. 

El apartamento de Miram era muy pulcro y bonito, elegante y minimalista. Muy su estilo.

El piano de cola debajo de las escaleras llamó mi atención y me atreví a caminar hasta el para detallarlo más de cerca.

–Fue un regalo de Benjamin, debía tenerlo aquí. –Se sentó en el banco y paseó sus dedos por las impolutas teclas. Comenzó a tocar una melodía que reconocí, pero no tenía idea del nombre de dicha pieza.

–Qué bonito –aplaudí, cuando terminó– Tienes mucho talento.

–Gracias –sonrió– ¿Quieres beber algo? –Se levantó y la seguí hasta el pequeño minibar que tenía en la sala.

–Estaba tomando whisky, pero si tienes otra cosa está bien.

–Si tengo una botella –buscó entre algunas botellas que tenía allí y alzó una en su mano– Compré un poco de todo para ofrecer a mis invitados, aunque no tengo a nadie que me visite. –Rió.

–Oh, me comentaste que no tienes amigos aquí.

–Desde que mi esposo murió me he cerrado un poco, aunque intento conocer gente nueva y ser la Miram de siempre. Es... difícil volver a ser tú mismo después de una pérdida.

–Nunca vuelves a serlo.

Una parte de mí se había ido con Haru. Tenía que vivir con ello, aceptarlo y seguir.

Acepté el vaso que me ofreció con la bebida, ella también se había servido lo mismo, y nos sentamos en unos de los sillones donde desarrollamos una tranquila conversación. Hablamos de sus padres, quienes no los había mencionado hasta ahora; vivían en Busan y los veía de vez en cuando. Le comenté sobre el libro de recetas que pensaba publicar pronto, no muchas personas sabían sobre ello. Era algo que tenía pensado desde hace un tiempo y pronto se haría realidad, estaba ansioso por eso.

Con Miram era fácil hablar, era una persona inteligente, centrada y divertida por lo que congeniábamos bien.

Ya me sentía un poco ligero, me había quitado el blazer para estar más cómodo. Nos reíamos de algo, noté que su cuerpo estaba más cerca del mío, su pierna doblada casi se situaba sobre la mía pero no me molestaba.

–Desde que hiciste la portada con Gold quedé con la idea de que serías un modelo muy exitoso. ¿No lo has pensado? Vi muchos comentarios en internet de personas que piensan lo mismo.

–Sería mucho trabajo ser modelo, chef y empresario. –Bromeé. –¿De verdad eso dicen?

–Sí, eres muy guapo. –Apoyó el costado de su cabeza en su mano, mirándome con algo que no pude descifrar del todo pero sus ojos brillaban y me quedé observándolos como si estuviese hipnotizado.

BY MY SIDE (DANGER) »KSJ;PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora