021

342 57 28
                                    

Jimin





–Cualquier tiempo libre que tenga podría pasarse por el club, doctor. Presiento que baila muy bien.

Reí, ante la propuesta.

–Abuela. –Su nieta la miró avergonzada.

–¿Qué? Es la verdad, el doctor Park sería un buen acompañante.

–Me halaga, señora Hong –sonreí, viendo las radiografías y luego a la mujer frente a mi– pero primero hay que preocuparnos por recuperar la movilidad total en su pierna y después puede anotarme en su club de baile que, por cierto, hay muy buenas probabilidades de que pueda volver pronto. –Sus ojos brillaron con mucha ilusión.

–¿De verdad? Antes lo veíamos muy lejos.

–Si, la señora Hong ha cooperado muchísimo en la rehabilitación y eso se ve en los resultados de esta semana. Pronto esa andadera pasará al olvido.

Ambas mujeres sonrieron con alegría.

–Nos vemos el lunes ¿si?

–Está bien, doctor.

Yerim las acompañó hasta la puerta, despidiéndolas. Luego me miró con una expresión que ya conocía muy bien, se acercó a mi rodeando el escritorio sentándose en mis piernas.

Ya habíamos atendido a todos los pacientes por el día.

–Podemos hacer algo antes de que te vayas a casa. –Acarició mi cabello, sonriéndome con coquetería. –Has estado un poco estresado estos últimos días.

Mi estrés tenía que ver con una sola persona: Miram. Desde que discutimos hace dos días no nos habíamos visto ni hablado y aunque ya no estaba molesto, el orgullo podía más a veces. En la mañana recibí un mensaje de su parte diciendo que me esperaría en mi apartamento, realmente no quería seguir ignorándola.

–¿Cómo que?

Yerim no dijo nada en cambio se inclinó para atrapar mis labios en un beso que muy rápidamente fue escalando de nivel.

















Entré al apartamento encontrándome a Miram en la sala,  medio acostada sobre el sillón viendo una película con una copa de vino en la mano, en cuanto me vio se puso de pie viniendo a mi encuentro y no pude evitar recorrerla con la mirada porque llevaba un camisón de seda color negro, muy corto cabe acotar.

Me sonrió ligeramente y yo me fijé en las marcas que apenas se apreciaban en su cuello, cosa que me hizo sentir mal por haberme dejado llevar por el enojo.

No me gustaba perder el control, mucho menos con ella.

–¿Quieres vino?

Asentí, entonces la seguí hasta la cocina viendo como sacaba una copa del gabinete dándome la espalda. No podía despegar los ojos de su cuerpo, miles de pensamientos se venían a mi cabeza y solo quería hacerle el amor aquí mismo.

Me entregó la copa y tomé un poco sin dejar de mirarla a los ojos, ella se recostó de la barra.

–Te extrañé.

–Y yo a ti –volví a fijarme en las marcas en su cuello, me acerqué un poco más hasta posar mi mano en su cintura– Lo siento por-...

–No importa. –Me abrazó y yo le correspondí, pero algo no se sentía bien, despegó su cabeza de mi pecho para mirarme y poco a poco sus labios se transformaron en una falsa sonrisa. –Eres un imbécil.

–¿Qué...-

–Desde que entraste pude oler el perfume barato y sé que no estuviste con Haesol precisamente.

Quiso alejarse de mi pero la retuve, afianzando el agarre en su cintura pero ella dejó la copa sobre la barra y se cruzó de brazos con una clara mueca de molestia.

–No hice nada –enarcó una ceja–, no lo que piensas.

–No me importa que te folles a quien se te dé la gana, pero tienes que concentrarte en lo que estamos haciendo.

Volví a abrazarla, aspirando el delicioso aroma de su loción. Dejé un beso en la unión entre su cuello y hombro, provocando un estremecimiento en todo su cuerpo.

Ella también me extrañaba.

–Amor, vamos a la cama. –Murmuré contra su oído.

–¿En serio crees que lo mereces después de tu estúpido arranque de celos?

De solo imaginarla con Jaeyoon me retorcía de celos y sé que era algo absurdo, además que tenía claro que no había hecho nada con él, le creía. Aquel día mis emociones tomaron el control de mis acciones y simplemente exploté, hice y dije cosas que no debí.

–Por favor, te necesito –volví a mirarla, intenté alcanzar sus labios pero corrió la cara– Haré lo que sea para que me perdones, lo que me pidas, cielo. Siento mucho ser un idiota, realmente no te merezco.

Llevó una mano a mi mejilla mientras sus profundos ojos recorrían todo mi rostro, mi corazón comenzó a palpitar más rápido, se alzó un poco hasta que casi rozó sus labios con los míos.

–Invita a Haesol a una cita, siempre hablan y ya es hora de avanzar un poco más. –Musitó, antes de tomar mis manos para que la soltara alejándose de mi.

Ella volvió a la sala, llevándose su copa y eso sólo quería decir que no obtendría nada esta noche. Suspiré, sacando mi celular buscando el contacto de Haesol.

A final de cuentas siempre haría lo que fuera para mantener a Miram feliz.

Me sentía confiado de que Haesol aceptaría mi invitación, hablábamos seguido por mensajes y a veces por llamadas. Había logrado crear una buena relación de amistad con ella, aunque seguía siendo un poco reservada con respecto a su vida pero estaba seguro de que eso cambiaría con el tiempo.

Además tenía mucha curiosidad de saber como sería en la cama.




••••

👀

Gracias por leer♡

Gracias por leer♡

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
BY MY SIDE (DANGER) »KSJ;PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora