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Haesol







Sentí algo de pena al ver a Jimin en la entrada del hospital esperándome, lo había llamado y le dije que necesitaba su ayuda pero no le di detalles y claramente lo había puesto en alerta. Si estaba allí eso quería decir que no tenía pacientes por atender y en ese aspecto la suerte parecía estar de mi lado. Cuando llegué frente a él su preocupación se hizo notoria cuando sus ojos se centraron en la herida en mi cara.

–¿Qué te pasó?

Lo tomé por el brazo, arrastrándolo conmigo hacia un lado para que así no llamar la atención del resto de personas.

–Esto no importa ahora, después te lo contaré –respiré profundo, para proceder a explicar la razón de mi desesperación– Mi madre ingresó hoy a este hospital, pero no me permiten pasar por eso necesito tu ayuda.

–¿Está en terapia intensiva?

–No, ella está en una de las habitaciones VIP. Mi padre dio la orden de que no me dejaran pasar porque... bueno, es una larga historia –él me observaba atento a cada palabra que yo decía–. ¿Puedes ayudarme a verla? Hay seguridad que trabaja para mi padre custodiando el pasillo.

–Si hay seguridad es complicado... –Expresó pensativo. –Espera aquí, veré que puedo hacer.

Antes de que se alejara tomé su mano.

–Por favor, haz todo lo posible –lo miré directamente a los ojos– Necesito asegurarme de que está bien.

Él asintió y se dio media vuelta para entrar al hospital.

Yo me mantuve junto a unos arbustos de la entrada, tratando de pasar desapercibida porque si alguien se enteraba que me encontraba allí, quizás la prensa llegaría y no necesitaba que mi cara apareciera en la televisión otra vez.

Unos minutos después una chica se acercó a mi, se presentó como asistente de Jimin y me llevó hasta los dormitorios donde se quedaban algunos del personal médico cuando les tocaba hacer guardias. Me entregó un uniforme con zapatos blancos, una mascarilla y un gorro, indicándome que me cambiara. Lo hice lo más rápido que pude y luego Jimin vino a buscarme.

Los nervios me abordaron enseguida cuando llegamos al ala VIP del hospital, me sentí muy agradecida que él estuviese ayudándome suponiendo un gran riesgo para sí mismo.

Cuando salimos al pasillo nos encontramos con los de seguridad. Jimin fue delante de mi, yo me mantuve con la vista gacha cruzando los dedos mentalmente para que no me reconocieran, nos dejaron pasar sin problemas y pude respirar de alivio cuando él abrió la puerta de la habitación donde se encontraba mi madre.

–Tienes que ser breve.

Asentí.
Jimin se quedó junto a la puerta y yo seguí adentrándome aún más en la espaciosa habitación donde mi mamá yacía acostada con su atención puesta en la ventana a su lado, pero enseguida volteó a verme. Sus ojos se llenaron de sorpresa, me reconoció de inmediato a pesar de que parte de mi rostro y cabello estaban cubiertos.

–Haesol, ¿qué haces aquí?

–Me enteré de lo que pasó –caminé rápidamente hasta ella, me senté a su lado– ¿Estás bien?

Mamá tenía puesto una pijama blanca, su cabello negro estaba recogido en una cola de lado. Unas grandes ojeras eran muy notorias debajo de sus ojos, dándole un aspecto demacrado a su rostro.

–Si –no dejaba de mirarme con impresión– Cariño, estás aquí. ¿Cómo entraste? –Tomó mi mano y yo me bajé la mascarilla.

–Después te explico. ¿Qué fue lo que pasó?

BY MY SIDE (DANGER) »KSJ;PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora