Le resultaba imposible dormir, su cabeza no se callaba y no le quedaban botellas de cerveza, así que no tuvo más remedio que quedarse despierto toda la madrugada.
Sabía que lo pasaría mal al día siguiente en el trabajo, pero al menos trataría de aprovechar las horas de insomnio para escribir algo que quizás podría servirle a alguno de los cantantes de la empresa.
- Vaya... - susurró al darse cuenta de que la tenue luz del sol comenzaba a aparecer.
Soltó el bolígrafo sobre su cuaderno y se levantó de la cama, para asomarse por la ventana de su habitación. Le gustaba ver salir el sol, le daba paz.
Se giró y buscó su teléfono, que había dejado entre las sábanas, para ver la hora: eran las seis y media de la mañana, lo que significaba que en media hora sus alarmas debían sonar. Así que decidió desactivarlas y en su lugar, hacer lo que tenía que hacer.
Abrió su armario y busco una ropa decente que ponerse. Sabía que en cierto modo representaba a la empresa y que su jefe estaría atento a su actitud. Además, el hecho de saber que tendría que verse cara a cara con Hoseok también lo motivaba a arreglarse un poco.
No quería que él lo viera desaliñado o mal. Necesitaba aparentar que todo estaba bien, porque se negaba a que supiera que llevaba todos esos años pensando en él y sumido en una depresión.
Eligió un jersey beige, junto a un pantalón negro, llevar algo oscuro era necesario y vital para él, y como detalle especial, sacó el abrigo que Jin le había regalado en su último cumpleaños y aún no había estrenado.
Era un abrigo de paño, marrón clarito y largo, extremadamente bonito y elegante, perfecto para la ocasión.
Dejó toda la ropa bien preparada en la cama y salió de la habitación en dirección al baño. Escuchó las alarmas de Seokjin sonar e intuyó que su amigo se despertaría en pocos minutos, así que se apresuró a entrar y cerrar la puerta.
Abrió el grifo de la ducha mientras se desvestía, cogió su teléfono y colocó una playlist aleatoria, estaba aburrido de escuchar siempre las mismas canciones.
Se metió bajo el chorro de agua y comenzó a lavarse, tenía ansiedad, pero la tenía bajo control, o al menos eso pensaba.
De repente la canción cambió y una melodía que le resultaba extrañamente familiar comenzó a sonar. Las lágrimas comenzaron a agolparse en sus ojos cuando se dio cuenta de porqué: Era la canción que Hoseok estaba bailando cuando lo volvió a ver, dos días atrás.
Sacó la mano temblorosa por la cortina de la ducha y buscó su teléfono a tientas, asomó la cabeza y pulsó la pantalla un par de veces con el pulgar para encenderla.
'Die for you.' decía el título.
Cambió la canción, volvió a dejar el móvil sobre el lavabo y terminó de ducharse lo más rápido que pudo. Su ansiedad se hacía más grande por momentos y el nudo en su garganta apretaba demasiado fuerte como para seguir ahí encerrado.
No quería escuchar esa canción. No quería, porque sabía que cada beat le dolería como una puñalada. Y eso que ni siquiera conocía la letra.
Terminó de enjuagarse el jabón y salió de la ducha, agarró la toalla que descansaba sobre el perchero tras la puerta, y se la enrolló en la cintura antes de sentarse sobre la taza del váter.
Se quedó mirando el teléfono, estaba demasiado tentado a buscarla y leer la traducción, pero se resistía, luchando contra sí mismo.
En el momento exacto en que sintió que cedería, unos golpes tras la puerta lo hicieron salir del bucle, y por una vez en su vida se sintió agradecido de que Jin estuviera tan encima de él.
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Vaivén [SOPE]
FanfictionMin Yoongi lo tenía todo: salud, buenos amigos, amor y un futuro laboral espléndido. Pero no supo qué hacer con tanto y, tratando de ordenar sus prioridades, perdió a la única persona a la que jamás podría reemplazar. Por eso ahora, seis años despu...