Capítulo 16

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Los gemidos y jadeos inundaban la habitación, mientras los dos chicos, empapados en sudor, daban rienda suelta a todos los sentimientos ahogados durante esos seis años que habían estado separados.

Estaban armando mucho escándalo, probablemente al día siguiente se llevasen una buena bronca por parte de alguien de la compañía de Hoseok, pero en ese momento, a ninguno de los dos les importaba. Se tenían, se tenían de nuevo y eso era lo único en lo que podían pensar.

Yoongi quiso enfrentarlo, lo intentó cuando colgó la llamada de Jin y vio al pelirrojo volver del baño, pero éste le soltó un repentino 'aún te quiero', y todos sus muros, su genio y su enfado se fueron a la basura.

No era capaz de frenar lo que sentía por Hoseok y para ser del todo sinceros, tampoco quería. Sabía que se estaba equivocando, que el pelirrojo le había ocultado su matrimonio, que lo que estaban haciendo no era correcto. Pero necesitaba sentir su piel, necesitaba tocarlo, besarlo, acariciarlo.

Necesitaba recordar ese sentimiento de plenitud.

- V-ven, házmelo tú. - le suplicó Hoseok, con los ojos llenos de deseo. Yoongi sabía que lo había extrañado tanto como él.

El pelimenta ni siquiera tuvo que pensárselo, se lubricó bien la erección y se fue introduciendo poco a poco en él, haciéndolo gemir de placer y dolor a partes iguales.

Nada se comparaba a lo que sentían cuando tenían sexo juntos. Nada había cambiado, la conexión seguía siendo tan fuerte como años atrás, estaba intacta.

Los vaivenes, las sacudidas y los gemidos se fueron haciendo cada vez más y más intensos, y Yoongi, para evitar problemas, tapó la boca del pelirrojo con su propia mano, ahogando sus gritos.

- ¿Me echabas de menos? - le preguntó, con las emociones desbordadas. Sentía tantas cosas a la vez, que le resultaba imposible manejarlas.

Hoseok asintió, con los ojos entrecerrados a causa del placer, mientras Yoongi, enterrado entre sus piernas, golpeaba su punto dulce una y otra vez.

Apartó la mano de su boca, liberando de nuevo sus gritos, y la deslizó por su nuca, agarrando su cuello con firmeza.

- Dímelo. Di que me has echado de menos. - le pidió, mirándolo a los ojos. Necesitaba oír las palabras de su boca, lo necesitaba más que a aquellas botellas de alcohol que tanto le calmaban por las noches.

- Te he echado de menos, hyung, yo... ¡Ahhh! - gritó el pelirrojo con fuerza, al sentir como Yoongi se clavaba dentro de él con una rapidez sorprendente.

- ¿Te gusta como te follo? - le preguntó vacilante. Hoseok asintió con la cabeza, incapaz de pronunciar una palabra, estaba llegando al orgasmo y el pelimenta ni siquiera lo estaba tocando. - Dilo, quiero escucharte.

- M-me... ¡Ahggg! en-encanta.

En ese instante, Yoongi sintió como su miembro comenzaba a sacudirse con fuertes espasmos, miró hacia abajo y vio que Hoseok estaba llegando al orgasmo también, así que agarró su pelo con fuerza, y lo obligó a mirarlo a los ojos. Su mente necesitaba liberar, de una vez por todas, lo que llevaba horas callando.

- ¿Te follo mejor que él? - el semblante del pelirrojo cambió, como si alguien de repente le hubiera lanzado un balde de agua fría. Yoongi sonrió al ver su cara, y se deslizó lentamente fuera de él, cuando terminaron de correrse. - ¿Eh?

- Yo... Yo... - trató de explicarse Hoseok, pero las palabras no le salían, pues lo había pillado completamente desprevenido. No sabía cómo se había enterado, ni cuándo, ni dónde.

- Está bien, no tienes que darme explicaciones. - lo tranquilizó Yoongi, limpiándose con una toalla los restos de semen. - Dáselas a él mejor.

- No, hyung, pero yo... - el pelimenta soltó una carcajada y se tumbó a su lado en la cama.

Vaivén [SOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora