Capítulo 25

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Aclaración: este capítulo está narrado desde el punto de vista de Hoseok y comienza el día que vuelve a Estados Unidos, después de haber estado trabajando en Seúl.

Advertencia: este capítulo contiene, de manera puntual, temas que pueden dañar la sensibilidad de algunas personas (abuso sexual / coacción leve)

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Se bajó del avión, aún frotándose los ojos, había dormido casi todo el viaje de vuelta a casa, pero seguía cansado.

Todo lo que había vivido durante esos diez días, le había removido miles de sentimientos que llevaba años esforzándose por mantener dormidos.

No sabía qué iba a hacer con su vida, pero sabía de sobra lo que no quería seguir haciendo: dañar a Yoongi y engañarse a él mismo.

Caminó con desgana hacia la cinta donde recogería su maleta, sabía que en la puerta del aeropuerto Ethan lo esperaba e, inconscientemente, trató de alargar el momento del reencuentro tanto como le fue posible, pues besarlo significaba borrar la huella de Yoongi de sus labios, y él no quería hacer eso.

Agarró la maleta, desplegó el asa y continuó su camino, aún con los auriculares puestos, hacia la salida. Llevaba meses obsesionado con la misma canción y, ahora que el pelimenta la conocía, por fin la sentía completamente suya.

Vio a Ethan a lo lejos, esperándolo con un ramo de flores y una enorme sonrisa. Durante los días que había estado en Corea, no habían hablado demasiado, pues el pelirrojo le había puesto constantemente como excusa el tiempo que se pasaba trabajando.

Se acercó a él con una fingida sonrisa, aceptando el abrazo que su esposo le ofrecía y, por primera vez, sintió asco de sí mismo. No quería estar entre esos brazos, no los sentía su hogar, no le pertenecían.

Y aún así llevaba cuatro años fingiendo que sí.

- ¿Qué tal ha ido el viaje? - le preguntó Ethan, con su impecable sonrisa, entregándole el ramo de flores.

- Genial, lo he pasado durmiendo casi entero. - le respondió Hoseok, agarrando las flores con desgana y echando a andar. - ¿Qué tal tú con el trabajo?

- Muy bien. La expansión continúa viento en popa y tenemos a unos buenos inversores. - el pelirrojo asintió con la cabeza, no podía interesarle menos todo lo que le estaba contando, pero tenía que fingir, al menos hasta que encontrase el momento de hablar con él y explicarle lo que le había pasado.

...

Volver a casa jamás se sintió tan poco 'volver a casa' como aquel día. Por suerte o por desgracia, después de haber sentido lo que era de nuevo estar en su hogar, ese sitio, para él, era un lugar completamente ajeno.

Se sentía desubicado, desconcertado. No entendía como una casa donde había vivido tantas cosas, era capaz de provocarle la nada más absoluta.

- ¿Quieres que te prepare un baño? - le preguntó Ethan, besando su mejilla con ternura. Hoseok lo miró a los ojos y asintió con una leve sonrisa.

Era un hombre guapo, alto, rubio, de ojos claros y bastante atlético, a pesar de sus cuarenta y dos años. Sabía que tenía detrás a montones de hombres y mujeres, que su fortuna era objeto de deseo para muchas personas y sin embargo, a él, ni su dinero, ni su físico le decían nada.

Empezó a deshacer la maleta mientras que su devoto marido le preparaba el baño y cuando estuvo listo, se dirigió a él.

- Voy a pedir algo para comer, ¿qué te apetece? - le preguntó Ethan, dejándole el albornoz cerca del baño, para que pudiera cubrirse al salir.

Vaivén [SOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora