Vaivén [SOPE]

Capítulo 32

Los nervios se apoderaban de él, había quedado en verse con Hoseok el siguiente fin de semana, ya que ambos tendrían libre en el trabajo y, aunque Byulyi lo sabía, el resto de sus amigos no, cosa que lo tensaba aún más.

- Tienes las ojeras fatal, eh. - le dijo Jin, observándolo mientras desayunaban. - ¿No has dormido bien?

- Hoseok viene a verme este fin de semana. - soltó, de repente, sin pensar. El castaño lo miro fijamente, confundido, y soltó la cuchara.

- ¿Y eso? - le preguntó sin entender que estaba pasando. - ¿Habéis hablado?

- Ayer. - Jin asintió con la cabeza, entendiendo porqué su amigo volvió el día anterior tan serio de la habitación.

- ¿Crees que es buena idea? - Yoongi se encogió de hombros.

- Creo que es peor saber que está cerca y no hacer nada.

- Pero... Él sigue casado, ¿no?

- No lo sé, hyung. No sé que ha pasado, Jimin no me ha querido contar nada. - le dijo, llenando su cuchara de cereales.

- No sé, Yoon... Me da miedo que algo salga mal y vuelvas a... - el castaño se quedó callado, intentando evitar hablar del tema que tantos problemas entre ellos había causado.

- No tienes de que preocuparte. - le respondió él, levantándose de la silla para ir a por su mochila.

- Sí me preocupo, porque lo estás haciendo tan bien que no quiero que tires todo este tiempo por la borda. - y fue al escuchar esas palabras, cuando Yoongi se derrumbó y no pudo seguir sosteniendo la mentira.

- He recaído, hyung, varias veces. - los ojos de Jin se abrieron ampliamente y se llenaron de lágrimas en unos segundos.

- ¿Qué hablas? - le preguntó, deseando que le estuviera gastando una broma macabra de esas que tanto le gustaban. Yoongi suspiró y volvió a sentarse a su lado.

- No os lo quise contar ni a ti ni a Nam, porque bastantes problemas teníais, como para lidiar con los míos. He recaído varias veces, el psicólogo lo sabe y Byulyi también. Ella me ha ayudado mucho. - le confesó.

- ¿Ella lo sabe y no me lo dijo? - le pregunto él, dolido.

- Yo le pedí que no lo hiciera, hyung, el problema es mío, no de ella. Además, por suerte fueron cosas puntuales, no me he descontrolado de nuevo. - el castaño asintió, tratando de calmarse.

- Lo siento, debí habértelo contado, pero no quería decepcionarte más. - le dijo, agachando la cabeza avergonzado. - Por eso también quiero irme de aquí, no quiero que tengas que lidiar conmigo. A veces parezco tu hijo, más que tu amigo.

- ¡Eso no es así! - protestó Jin. - Me sorprendía mucho que lo llevases tan bien porque... Bueno, porque sé que es complicado. - el pelimenta sintió la voz de su amigo romperse y los recuerdos del día que lo ayudó a sacarse la borrachera lo invadieron.

- Lo... lo has vivido, ¿verdad? - se atrevió a preguntarle. Y entonces Jin, rompió a llorar, asintiendo con la cabeza.

- Mi tía, la hermana de mi madre. - le confesó entre lágrimas. - Empezó como un juego y terminó... Vencida por un cáncer de hígado.

- Lo siento mucho, hyung. - el castaño se encogió de hombros, secándose las lágrimas.

- Yo era muy joven como para entender bien lo que estaba pasando. Mis padres intentaban ayudarla, pero trabajaban mucho y no sabían cómo hacerlo, menos aún teniendo dos hijos pequeños. Al final todo se descontroló y cuando se dio cuenta y quiso ponerle solución... Ya era demasiado tarde.