Capítulo 59

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Un mes después.

Octubre llegó, trayendo consigo un clima mucho más otoñal, pero aún agradable, y, aunque no tuviera mucho sentido, ese era el motivo por el que tres amigos discutían en la cocina de un bonito piso cercano al centro de Seúl.

- ¿Se te está yendo la cabeza? - le preguntó Jin al moreno que suspiraba frente a él.

- Yo esta vez estoy con él, Nam, lo siento. - le dijo Yoongi que, más que calmar la situación, la avivaba por pura diversión.

- ¡Pero si tú vas siempre igual, sea la época que sea! - protestó Namjoon, separando una de las sillas para sentarse. - Estáis haciendo un drama de una tontería.

- ¡Es tu boda! - le gritó el castaño, completamente alterado por su actitud. - ¿Cómo vas a ir en pantalón corto?

- ¡Es un traje igualmente! - protestó el chico, elevando el tono.

- ¡Es horrible!

- ¡Es de verano!

- No estamos en verano, ¡ridículo! -

Yoongi los observaba, con diversión, sin saber si intervenir o no. La discusión se había generado de la manera más tonta posible, por el motivo más tonto posible.

- Ya, chicos, no tiene sentido que sigáis peleando. - les pidió a los dos, calmandolos tras unos minutos de disfrute. - Yo pienso como Jin hyung, Nam, ya que te vas a casar por todo lo alto, que menos que llevar un traje decente, ¿no?

- Gracias. - refunfuñó Jin, haciéndole burlas al moreno.

- Pero... - al escuchar esa palabra, Namjoon le devolvió la burla al mayor. - Es tu boda, haz lo que te de la puta gana. - espetó, saliendo de la cocina y dejándolos discutiendo de nuevo.

Se dirigió a su habitación y cerró la puerta, miró en su reloj la hora, eran casi las seis y media de la tarde, lo que significaba que Hoseok, probablemente, ya habría terminado de dar su clase de las cinco.

Cogió el móvil que había dejado un rato antes en su mesa y marcó su número, de manera automática. Lo había llamado tantas veces que era imposible olvidarlo.

- ¡Hyung! Te iba a llamar justo ahora. - le respondió el chico, al descolgar el teléfono.

- ¿Cómo te ha ido el trabajo? - le preguntó este, sentándose en la cama para hablar con él más cómodamente.

- Bien, aunque estoy muy cansado, necesito darme una ducha. - Yoongi se relamió cuando la imagen del pelinegro, desnudo y empapado, apareció en su mente.

- Oye, ¿Te apetece que nos veamos este finde?

- Claro que me apetece, pero creo que el sábado tengo que ayudar en un taller. - el rubio asintió con la cabeza y se quedó en silencio. En todo ese mes, Hoseok era quién había ido a Seúl todas las veces que se habían visto.

- Puedo pasar el finde en Daegu, si quieres.

- ¿¡En serio!? - Yoongi no pudo evitar echarse a reír al notar el entusiasmo brotar de su voz.

- Claro, siempre vienes tú. Es lo justo, ¿no?

Entre ellos pasaban cosas, eso era evidente. Desde aquella noche en el hotel, un mes atrás, se habían visto tres veces más. Y las tres habían dormido juntos.

Aún así, el miedo y las dificultades seguían latentes, por eso intentaban tomárselo con la máxima calma posible y no ponerle etiquetas a lo que iba surgiendo.

Ambos se lastimaron mucho en el pasado, ambos cometieron errores y, si querían darse una segunda oportunidad, tenían que asegurarse de que habían aprendido de ellos y no precipitarse a nada. 

Vaivén [SOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora