Llegó tarde esa noche, pues aprovechó para pasar el rato con los chicos, tras la visita a la otra empresa, y cenaron juntos.
La relación con Hoseok se hacía más y más estrecha y le resultaba cada vez más complicado controlar sus impulsos y sus sentimientos.
Sabía que, si todo continuaba así, sería cuestión de que el momento adecuado se diera, para sucumbir.
- ¡Yoon! - lo llamó el castaño, tocando su puerta. - ¿No vas a comer?
Yoongi abrió los ojos, a duras penas, y buscó a tientas su teléfono con una mano, mientras que, con la otra, se frotaba los ojos. Eran las dos de la tarde y, si no fuera por Jin, habría seguido durmiendo.
- Ya voy. - le respondió, con la voz ronca por el sueño, soltando de nuevo el móvil en la mesita de noche.
Oyó los pasos de su hyung alejarse e intuyó que se había ido a la cocina. Se desperezó un poco y una estúpida sonrisa apareció involuntariamente en su cara al recordar lo sucedido el día anterior.
Se puso la camiseta del pijama y salió de la habitación, en busca de Jin, quién probablemente estaría ya comiendo con su chico.
- ¡Buenos días! - lo saludó el mayor al verlo entrar en la cocina. Taehyung levantó la vista del bol de arroz y movió la mano, levemente, en señal de saludo.
- Que aproveche. - le dijo Yoongi sentándose frente a él, en su sitio de siempre.
- Grafiaf, fyun. - le respondió el pelinegro, con toda la boca llena de comida, haciéndolo reír.
- ¿Llegaste muy tarde anoche? - le preguntó Jin, con las cejas tan levantadas que era obvio por donde trataba de llevar la conversación.
- Como a la una de la mañana. - el castaño asintió con la cabeza, puso su plato y el de Yoongi en la mesa y se sentó en su sitio.
- ¿Y qué tal? - Taehyung observaba la escena, callado, sin dejar de comer.
- No pasó nada, si es lo que quieres saber. - le dijo Yoongi, separando sus palillos para comenzar a comer.
- ¿Nada? - el rubio se quedó en silencio unos segundos, tiempo suficiente para que Jin lo mirase con desconfianza.
- Bueno... Casi pasa algo. - los ojos del pelinegro, que seguía comiendo, se abrieron ampliamente al escucharlo.
- ¿Nos lo vas a contar o te vas a seguir haciendo el interesante? - le preguntó Jin, desesperado. Sin duda, la paciencia no era su mejor virtud.
- Fui a llevar a Jimin y Jungkook a las empresas de las que te hablé, y en un momento que nos quedamos solos en el coche... - veía a sus dos amigos completamente atentos a él y hacía todo lo posible para no esconderse debajo de la mesa por la vergüenza que sentia. - Casi nos besamos.
- ¿¡Casi!? - gritó Taehyung, soltando los palillos de golpe contra el plato.
- Los chicos volvieron justo en el momento y bueno... Ya luego no surgió. - Jin resopló y empezó a comer, decepcionado.
- Bueno, si tiene que ser, será.
- Pero... ¿tú estás bien? - le preguntó Taehyung, que había dejado de comer tras oir el relato.
- Sí, la verdad es que sí. Parece que las cosas están calmadas, voy manejando mis mierdas y bueno... Creo que sí. - el pelinegro asintió con una sonrisa, conforme, y continuó comiendo.
- Ya sabes lo que siempre te digo, déjate llevar, siempre y cuando no sea a un precipicio. - le aconsejó Jin una vez más.
- Sí, hyung, a estas alturas ya no tengo prisa por nada. - el castaño sonrió, satisfecho, y continuó comiendo. Pero Taehyung, que se había animado demasiado con la historia, se quedó mirándolo con picardía.
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Vaivén [SOPE]
FanfictionMin Yoongi lo tenía todo: salud, buenos amigos, amor y un futuro laboral espléndido. Pero no supo qué hacer con tanto y, tratando de ordenar sus prioridades, perdió a la única persona a la que jamás podría reemplazar. Por eso ahora, seis años despu...