Por suerte, cuando llegó la noche anterior a casa, Jin estaba en su habitación con Taehyung y no lo vio entrar. Pero esa mañana, cuando se levantó y vio el moratón en su pómulo, supo que tenía un problema.
Esperó a oír a su hyung alejarse hacia la cocina y salió corriendo, sin hacer ruido, por el pasillo hasta el baño. Se encerró dentro y se quedó mirándose en el espejo. Además del horrible moratón, tenía la cara demasiado pálida y las ojeras cada vez más marcadas.
Abrió los cajones y rebuscó en ellos el maquillaje de Jin, sabia que al castaño le gustaba usarlos para, como él decía 'realzar su belleza natural', y en ese momento no pudo sentirse mas agradecido.
- ¿Dónde mierda está el pote ese que se echa en la cara, que cubre todo? - se preguntó a sí mismo, en un susurro, rebuscando entre las cajitas de su hyung. - ¡Aquí!
Abrió el botecito, pulsó el aplicador un par de veces sobre su dedo, y se quedó viendo el maquillaje salir.
- ¿Cómo se hacía esto? - dijo, tratando de recordar la aveces que había visto a Jin hacerlo. - Ah... ¿A toquecitos, decía?
Comenzó a aplicarse el maquillaje sobre el moratón, tal y como había visto a su hyung hacerlo, y poco a poco consiguió cubrirlo. Pero el tono del resto de su piel era demasiado diferente y era demasiado obvio que trataba de ocultar algo. Así que rebuscó de nuevo en el cajón una de las esponjitas de Jin, y se aplicó el maquillaje en el resto de la cara, para disimular.
- Así mejor. - se dijo a sí mismo, mirándose en el espejo, satisfecho.
Prefería que Jin pensara que se empezaba a interesar por el maquillaje, antes de que le viera el moratón y empezase a atar cabos.
Se duchó con cuidado de no mojarse la cara, se vistió, y como cada mañana, se dirigió a la cocina para comerse el desayuno que, probablemente, Jin ya habría preparado.
- Buenos días, hyung. - le dijo al castaño, dirigiéndose a la mesa, donde unas tortitas lo esperaban.
- ¿Qué tal? ¿Dónde estuviste anoche? - le preguntó él, tratando de indagar un poco.
- Estuve con Byulyi - mintió. - Y Taehyung, ¿dónde está?
- Acaba de irse, tenía que estar temprano en el trabajo hoy.
- ¿Qué tal están las cosas con él? - le preguntó, masticando una deliciosa tortita de las que su hyung había cocinado. Jin se encogió de hombros y se sentó a su lado.
- Me ha perdonado. - el pelimenta sonrió, feliz de escuchar que las cosas se habían arreglado entre ellos, pero al ver la cara del castaño, su sonrisa desapareció con rapidez. - Con una condición.
- ¿Qué condición? - el mayor agachó la cabeza, avergonzado, y con los ojos llorosos.
- Que no vuelva a ver a Namjoon. - Yoongi soltó los palillos sin darse cuenta, por la sorpresa y su boca, entreabierta, dejó de masticar.
- ¿Has aceptado eso? - le preguntó, confundido y molesto. Jin se tapó la cara y asintió con la cabeza.
- No quiero perderlo, Yoon. - le dijo con tristeza. - Y las cosas con Namjoon últimamente están muy tensas. Creo que es lo mejor, quizás en un tiempo...
- ¿Se te ha ido la puta cabeza, hyung? - Jin suspiró, sabía que lo que estaba haciendo era horrible, pero no tenía otra salida. - Es tu amigo desde hace muchísimos años, por dios, ¿qué te pasa?
- Le conté todo lo que había pasado y entiendo que se sienta así. - Yoongi se quedó en silencio un instante, no quería insistir con ese tema, pero si no se lo contaba, jamás podría entender que hubiera aceptado esa condición.
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Vaivén [SOPE]
FanfictionMin Yoongi lo tenía todo: salud, buenos amigos, amor y un futuro laboral espléndido. Pero no supo qué hacer con tanto y, tratando de ordenar sus prioridades, perdió a la única persona a la que jamás podría reemplazar. Por eso ahora, seis años despu...