Se despertó tarde la mañana siguiente, había llegado hasta tal punto de cansancio físico y mental, que cayó rendido apenas cinco minutos después de meterse en la cama y durmió toda la noche seguida.
Salió de la habitación, aún desperezándose, y caminó hacia la cocina. Le rugía tanto el estómago, que deseaba que Jin hubiese preparado algo de comer. Pero antes de llegar a la puerta, escuchó una voz dentro que le resultó familiar.
- ... le he dicho que no, que es mejor así, pero... - le explicaba Namjoon al castaño, cuidando el volumen de su voz.
- Sé que van a terminar viéndose, lo tengo claro, aún se quieren. - le respondió Jin, abatido.
- ¿Y qué hacemos? No podemos evitar eso. - el mayor se quedó en silencio unos segundos, pensando en la pregunta que acababa de hacerle.
- No sé, pero Yoongi necesita estar bien antes de intentar algo si quiera. Y evidentemente, Hoseok tendría que romper con su... Marido. - el moreno bufó molesto al escuchar esa palabra.
- Aún no puedo creerme que esté casado, ¡qué fuerte! - Yoongi escuchaba, nervioso, a escasos metros de la puerta, recordando la conversación que mantuvo con Jin en la fatídica noche.
- Imagínate mi cara cuando me di cuenta, Nam... Imagínate. - se escuchó el ruido de una silla arrastrarse y Yoongi supuso que Namjoon se había levantado.
- Hiciste bien, no te castigues. - le susurró.
Y en ese momento, el pelimenta dio unos pasos atrás y carraspeó, advirtiéndolos con sutileza de que estaba despierto, antes de entrar a la cocina.
- Buenos días. - lo saludó Jin, apartando a Namjoon, que lo abrazaba con cariño por la espalda.
- ¿Pasa algo? - le preguntó Yoongi, preocupado al ver sus ojos llorosos. Sabía perfectamente lo qué, pero quería que ellos le contasen.
- Hyung, tengo que contarte algo. - le dijo Namjoon, volviendo a asentarse en su silla.
- Tú dirás.
- Hoseok me ha llamado unas cuantas veces. - el estómago del pelimenta se retorció al escuchar su nombre. - Quería disculparse contigo, pero intuyo que lo tienes bloqueado, aunque me contó que hablásteis anoche. Dice que se siente muy mal y que sabe que lo ha estropeado todo.
- Yo... No sé qué decir, estoy muy confundido. - les contesto él, dejándose caer en una de las sillas que quedaban vacías. - Anoche se me fue la cabeza y le grité mucho, pero estaba muy enfadado y... No sé.
- Yo solo te digo lo que me ha dicho, no quiero ser yo quien te oculte más cosas. - le respondió Namjoon, visiblemente agobiado por no saber cómo tratar el tema.
- Dice que aún me quiere... Y no sé cómo lidiar con eso.
- El amor no es suficiente, Yoongi, y tú eso lo sabes bien. - le recordó Jin, que, como era de esperar, estaba totalmente en contra de que volvieran a verse. - Y si de verdad te quiere, que se divorcie.
- No sé si soy capaz de hablar con él sin caer. - les admitió el pelimenta.
- Podemos ir contigo, no nos meteremos, pero estaremos cerca. - le sugirió Namjoon, que aunque no tan drásticamente, también estaba de acuerdo con el castaño.
- Lo pensaré hoy y mañana veré que hacer. - ambos amigos asintieron de acuerdo. - Oye, ¿y Taehyung? - preguntó, al ver que el pelinegro no estaba por allí, a pesar de haberse quedado a dormir.
- Tuvo que irse temprano, tenía cosas familiares. - le explicó Jin, con las orejas ligeramente enrojecidas.
- Me gustaría darle las gracias y pedirle disculpas por lo de anoche. - el mayor asintió orgulloso, pero Namjoon hizo una mueca de desagrado al oír sus palabras.
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Vaivén [SOPE]
Fiksi PenggemarMin Yoongi lo tenía todo: salud, buenos amigos, amor y un futuro laboral espléndido. Pero no supo qué hacer con tanto y, tratando de ordenar sus prioridades, perdió a la única persona a la que jamás podría reemplazar. Por eso ahora, seis años despu...