Capítulo 38

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Advertencia: este capítulo trata temas que pueden resultar dolorosos, de los que seréis avisados previamente. Por favor, saltadlos si pensáis que os afectarán.

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Pasó gran parte de la tarde entretenido con sus amigos, viendo películas y comiendo todo lo que a Jin se le ocurría prepararles.

Le hacía bien estar con ellos y, por un rato, se olvidó por completo de todo lo que estaba sucediendo en su vida.

Pero, al sentir su teléfono vibrar en el bolsillo, la vuelta a la realidad comenzó con un mensaje de Byul.

Hey, ¿qué tal? ¿va todo bien? - le había preguntado la chica, pues solo se había limitado a avisarla de que había llegado a casa, horas atrás.

Desbloqueó el teléfono y se dirigió a la aplicación para responderle, pero cuando la abrió, el chat de Hoseok llamó demasiado su atención.

- Debería escribirle... - pensó para si mismo. - Pero, ¿qué le digo?

Se quedó unos segundos, concentrado, mirando la pantalla, esperando a que la inspiración llegase, y decidió que sería mejor tomárselo con calma

- Hola, Hoba. Espero que el viaje de vuelta a casa haya ido tranquilo y todo esté bien. Saluda a tus padres de mi parte, espero verlos pronto. Me alegró mucho volver a verte.

Salió del chat y abrió el de Byul, para responderle también a ella, pero no sabía que decirle, ¿le contaba la verdad o le ahorraba los detalles?

- Hola, noona. Todo bien. Estoy en casa con Jin y Tae viendo películas. - le escribió, evitando lo que le había ocurrido un rato antes.

Soltó el teléfono sobre el sofá, a su lado, y continuó mirando la televisión, pero su mente ya no estaba atenta a la película, solo esperaba a que el móvil volviera a vibrar.

- ¿Va todo bien? - le preguntó el castaño al ver su cara completamente desconcentrada.

- Sí, solo estoy esperando a que Hoseok me responda. - Jin asintió con la cabeza y se giró más hacia él.

- No me has contado como te fue con él. Solo me dijiste en el mensaje que todo bien. - el rubio se encogió de hombros.

- Vamos a intentar ser amigos... - le dijo, algo avergonzado. Era la primera vez que hablaba de Hoseok de esa manera con Taehyung presente, y eso no pasó desapercibido para el pelinegro.

- Yo... Me puedo ir a la habitación si necesitáis intimidad. - les propuso, haciendo el intento de levantarse del asiento, pero Yoongi lo frenó.

- No, no, no hace fal... - su teléfono, vibrando de nuevo, cortó su frase. Se giró y miró la pantalla: Hoseok lo estaba llamando. - Ahora vengo.

Corrió a su habitación, descolgando el teléfono por el camino. El corazón le latía a mil por hora y no sabía cómo iba a abordar la conversación.

- Hoba... - lo saludó, jadeando por el sprint, mientras cerraba la puerta.

- ¿Estás bien? - le preguntó este, al escucharlo respirar con dificultad

- Eh... Sí, sí, estaba... Haciendo ejercicio. - le mintió. Se negaba a decirle que había salido corriendo al ver su llamada, y mucho menos que, apenas diez segundos de carrera, eran suficientes para dejarlo sin aire.

- Ah, ¡qué bien! Me alegro de que por fin te hayas animado. - Yoongi suspiró, dejándose caer en la cama y se puso cómodo.

- Sí, a ver cuánto duro... - le dijo aguantándose la risa que le producía su propia vergüenza. - Y tú, ¿qué tal estás?

Vaivén [SOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora