Miraba a su alrededor, nervioso, tratando de entretenerse con los dibujos de las paredes para destensarse.
Hoseok había ido al baño a cepillarse los dientes y ponerse el pijama y él, sentado en la cama, aún incluso con los zapatos puestos, se seguía preguntando cómo había llegado ahí.
Ni siquiera le había respondido, su cuerpo lo había arrastrado de vuelta a su lado y, sin darse cuenta, le había tendido la mano para entrar al hotel junto a él.
No sabía que pasaría, pero jamás en su vida se había sentido tan vulnerable como en ese momento y eso le provocaba sentimientos encontrados.
Estaba enamorado de Hoseok, eso era un hecho, y quería pensar que Hoseok lo estaba de él. Pero el tiempo no pasa en vano y las cosas habían cambiado mucho durante esos años. Demasiado.
Él luchaba contra una adicción, que trataba de consumirlo, y el pelinegro lidiaba con un divorcio bastante complicado a veces.
Y le daba miedo que, todo lo que habían conseguido hasta el momento, se esfumase por dar un mal paso.
- ¿Estás bien? - le preguntó Hoseok, al salir del baño y verlo con la mirada perdida en un punto fijo de la pared.
- Qué diseño tan feo. - le dijo él, tratando de calmarse a sí mismo, señalándola. El pelinegro miró la pared frente a él y asintió, riendo.
- Es bastante anticuado, sí. - le respondió, sentándose al otro lado de la cama. - Oye... No tengo más pijamas, pero si quieres te puedo dejar un pantalón de chándal para que duermas más cómodo.
- Eh... Sí, eso estaría bien, gracias. - Hoseok asintió con la cabeza y se levantó de nuevo para buscarle el pantalón, mientras él, después de un largo rato sin moverse, se empezó a quitar los zapatos.
- No tiene porqué pasar nada. - le dijo el pelinegro repentinamente, parado frente a él y tendiéndole el pantalón con una mano.
- ¿Qué? - le preguntó Yoongi, completamente desconcertado.
- Que cuando te dije lo de quedarte a dormir conmigo, iba en serio. Dormir. No tiene que pasar nada más, solo quiero estar contigo. - el rubio asintió con la cabeza, cogiendo el pantalón.
- No quiero que pienses que no me apetece... - Hoseok negó con la cabeza y una sonrisa tranquilizadora.
- No sé si a ti también te pasa, pero a veces me siento como un adolescente cuando estoy contigo, como si volviera a tener los diecisiete que tenía cuando te conocí... - comenzó a explicarle. - El problema es que no los tengo y... Me da pánico dejarme llevar de la misma manera, porque ahora soy más consciente de las cosas.
- Me pasa lo mismo. - le respondió Yoongi, aliviado por saber qué él se estaba sintiendo de la misma manera.
- Mira, yo no sé si esto saldrá bien. - le confesó con honestidad, sentándose a su lado. - Pero me gustaría ver por dónde nos lleva la vida, hyung.
- A mí también me gustaría. - de repente, el teléfono de Hoseok comenzó a sonar, cortando la conversación.
- Deben ser Jimin o Jungkook chismoseando. - dijo, levantándose para ir a cogerlo, entre risas. Pero apenas unos segundos más tarde, su risa se desvaneció.
- ¿Va todo bien? - el pelinegro asintió con la cabeza y con un gesto, le pidió que guardase silencio.
- Ethan, ¿qué pasa? - el estómago de Yoongi se revolvió al escuchar su nombre. ¿Qué cojones hacia llamándolo?
- ¿Qué quiere? - le preguntó, en un susurro, para que el otro no lo oyese. Pero Hoseok, escuchando con atención, le pidió que esperase con la mano.
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Vaivén [SOPE]
FanfictionMin Yoongi lo tenía todo: salud, buenos amigos, amor y un futuro laboral espléndido. Pero no supo qué hacer con tanto y, tratando de ordenar sus prioridades, perdió a la única persona a la que jamás podría reemplazar. Por eso ahora, seis años despu...