Bruce estaciona el coche frente a la casa, no me atrevo a bajarme, los latidos de mi corazón han incrementado y mis manos habían empezado a temblar, estoy muy nerviosa.
Solo me quedo observando fijamente la casa, está tal cual lo había visto la última vez. Siento una mano sobre la mía y desvío la mirada para encontrarme con la mirada dulce y una media sonrisa de Bruce.
-¿Te encuentras bien?
-Si...si...solo que estoy nerviosa - rio sin gracia -
-Tranquila, lo harás cuando estes lista
Solo asiento en respuesta y volteo a ver de nuevo la casa, no se cuanto había pasado pero decido abrir la puerta del coche y bajar rato después, escucho como la puerta del piloto también es abierta y sin esperar a Bruce comienzo a caminar hasta la entrada de la casa.
Cuando llego a la puerta, saco del bolsillo de mi chaqueta la llave y la introduzco en el cerrojo pero no lo muevo.
Siento como Bruce se posiciona detrás mío en completo silencio, tengo que hacerlo, ya he llegado hasta aquí, puedo hacerlo.
Suelto un suspiro y abro la puerta, ingreso por ella, pero mi cuerpo se detiene en medio de la sala, trago saliva varias veces intentando calmarme, todo se encuentra en su debido lugar, observo por todos lados, es como si nada de esto hubiera pasado, como si todo estuviera marchando normalmente. Desvío la mirada hacia la escalera con la esperanza de que John bajara por esta y me recibiera, pero eso no pasará.
-¿Todo bien? - vuelve a preguntar Bruce y yo asiento-
-Iré arriba - susurro-
-¿Quieres que te acompañe?
-No...no...quiero hacerlo sola
-De acuerdo, estaré aquí si necesitas algo
-Esta bien - sonrío -
Comienzo a dirigirme hasta las escaleras y subo por ellas, cuando me encuentro en el pasillo sin dudarlo camino hasta la habitación que solía ser de John.
Abro la puerta y el aroma de John golpea mis fosas nasales y mis ojos se llenan de lágrimas, cierro la puerta detrás de mi y observo todo a mi alrededor, la habitación se encontraba en orden tal como a John siempre le había gustado. Comienzo a tocar la cama en la cual John siempre descansaba antes de decidir mudarse conmigo en la habitación, también abro el closet y suelto un jadeo al ver cada traje, cada accesorio que John había utilizado, tomo un saco el cual había sido su preferido y lo aprieto contra mi pecho y dejo que las lágrimas bañen mi rostro, el aroma del perfume de John seguía intacto.
Luego de unos minutos decidí calmarme y seguí observando la habitación aún con el saco entre mis manos, cuando me acerque a su escritorio solté una risa triste al ver el cuadro que contenía nuestra única foto juntos, ya que a mi no me gustaban. John había insistido en tomarnosla, le había pedido a un hombre que capturara la imagen y él había accedido con una sonrisa, como no quería que se vieran mis cicatrices había dado la espalda a la cámara y recosté la mitad de mi rostro en el pecho de John mientras él sonreía y me abrazaba por la cintura.
Deje de nuevo el cuadro en su lugar luego de recordar ese día y decidí sentarme sobre el suelo con la espalda recostada sobre la cama.
-Te extraño...te extraño tanto John, jamas creí tener que estar sobreviviendo sin ti, estuviste siempre conmigo...-sigo hablando mientras observaba el saco entre mis manos - ¿Cómo se supone que siga sin ti?...esto es muy difícil...si tan solo me dieras una señal de que es lo que tengo que hacer o cualquier cosa - mi voz se apaga debido a las lágrimas -
Subo las piernas hasta mi pecho y hundo mi cabeza en ellas. Cuando los ojos me comenzaban a arder y la cabeza parecía querer estallar debido a todo el llanto, comienzo a inhalar y a exhalar varias veces para calmarme, minutos después me pongo de pie y decido ponerme el saco de John y salir de la habitación para lavarme el rostro, entro a mi habitación sin saber el por qué y también me quedo observando cada objeto que allí se encontraba y sonrío al recordar tantos momentos en este lugar, ingreso hasta el baño y me acerco al lavamanos, abro el grifo y me mojo la cara, luego de secarme con una toalla me miro al espejo, mis ojos tenían bolsas negras bajo ellas, mi piel estaba más pálida y había bajado de peso, desvío la mirada hacia un lado y mi respiración se atasca al encontrar la prueba de embarazo que antes había utilizado, entonces recuerdo todo, las náuseas, los mareos, el día en que lo había comprado, como puede ser que lo había olvidado.
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Leyla
Mystery / ThrillerSolo era una niña de 11 años, pero mi vida ya estaba marcada de por vida gracias a esos hombres. La mitad de mi rostro estaba con cicatrices, crecí en un internado, todos me llamaban monstruo. Ya había acabado con mi vida de no ser por mi mejor amig...