Capítulo 4

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Ya habían pasado varios días desde que volví a tener esa pesadilla, gracias a Dios no son frecuentes, pero cada vez que las tenia despertaba sobresaltada, me ponía a llorar y luego ya no podia conciliar de nuevo el sueño.

No se lo había dicho a John, no quería preocuparlo, ahora que tiene mucho trabajo porque tomo el mando sobre el viñedo que tenían sus padres, se la pasaba en la oficina la mayor parte del tiempo para poder ponerse al corriente con todo y no quería ser otra carga más para él.

En cambio mi trabajo en el restaurante es estupendo, me había ayudado a despejar mi mente. Hasta ahora he recibido muchas críticas positivas acerca de los diferentes menus que preparaba, o bueno eso es lo me dice la señora Eva ya que no me he atrevido a salir de la cocina, no quería que nadie viera mi rostro y sienta asco de mi, por eso solo colocaba los platos sobre una mesa cerca de la puerta y los meseros entraban y se los llevaban, así evitaba que ellos también me vieran.

-Mi niña eres un ángel caído para mi - me dice la señora Eva tomando asiento cerca mio-

Nos encontrabamos en su oficina, me había llamado para charlar un rato conmigo.

-Señora Eva no exagere

-Ya te he dicho que me llames Eva, no soy tan vieja aún - me observa frunciendo sus labios-

Sonrío y asiento - Está bien Eva

Ella sonríe orgullosa y luego vuelve a hablar -Leyla por cierto necesito pedirte un favor enorme hoy

-Claro dígame

-Unos clientes muy fieles a este restaurante que son policías vendrán a cenar esta noche aquí y me habían dicho que deseaban probar la comida que preparaba la nueva chef, se que tu horario termina a las 5, pero podrías quedarte hoy un rato más, serán máximo hasta las 8 pm

Frunzo un poco los labios dudando, las 8 pm ya es un poco tarde para mi ya que solía ir a casa caminando, pero no puedo negarme a Eva, ha sido tan buena conmigo desde el principio, no pasará nada malo si decido aceptarlo.

-Esta bien me quedaré unas horas más

-Muchas gracias mi niña - se pone de pie y se acerca a mi para abrasarme- Eres el ángel que mi esposo mando para mí

Sonrío y correspondo el abrazo, solo he empezado a trabajar desde hace algunos días y la señora Eva ya me ha contado todo acerca de su vida, como que es viuda, su esposo había fallecido hace dos años, además nunca pudo tener hijos y el sueño de ambos fue montar su propio restaurante.

Luego de ultimar los detalles para la cena, salgo de la oficina y me dirijo de nuevo a la cocina, decido enviarle un mensaje a John ya que me había dicho que hoy vendría a conocer el lugar donde trabajo.

Hola John ¿vendrás hoy al restaurante?.

Presiono enviar y luego guardo el teléfono en el bolsillo de mi jeans, comienzo a lavar algunos de los utensilios ya que no tengo nada más por hacer en estos momentos, unos minutos después me llega la respuesta de John.

Lo siento bonita no podré ir hoy, pero te prometo que mañana iré.

Suelto un pequeño suspiro, esperaba ansiosa porque John viniera, pero ni modo tendré que esperar un día más.

Esta bien, mañana será entonces.

Lo envío y empiezo a hacer de nuevo mis quehaceres. Cuando ya eran las 7 pm, la cena ya estaba lista, los servi en los platos correspondientes y los coloque sobre la mesa para que los meseros vinieran a llevarlos.

Cuando los meseros se lo llevaron, ya no tenía nada que hacer, entonces decidí colocarme detrás de la puerta para escuchar que decían esos policías sobre la cena.

-Esto está delicioso Eva - pronunció uno de ellos-

-Concuerdo, es lo más delicioso que he probado - habló otro-

-¿Podemos conocer a la Chef?, me gustaría felicitarla en persona

Enseguida me despego de la puerta y decido tomar asiento, no puedo permitir que me vean. La señora Eva entra a la cocina y me sonríe amable trato de disimular que no he escuchado nada.

-Leyla los policías quieren conocerte, les encanto lo que preparaste - me habla cautelosamente, ella sabía que esto de que me vieran me ponía nerviosa-

-Lo siento Eva pero no quiero que me vean, no quiero que tengan miedo de mi o asco - respondo decidida-

-Pero Leyla...

-No - la corto de inmediato -

Eva suspira y asiente luego se dirige de nuevo hasta la mesa de los policías, vuelvo a acercarme a la puerta para volver a escucharlos.

-La Chef está un poco apresurada hoy, podrán conocerla la próxima vez - escucho que le dice a los clientes-

No escucho más la respuesta de los demás, solo decido quitarme el delantal y luego de tomar mi pequeño bolso me dirigo a la casa, no sin antes enviar un mensaje a John de que ya estaba de camino.

Comienzo a caminar por las calles vacías a estas horas nadie más se encontraba fuera, siento un frío helado colarse por mis huesos y me abrazo a mi misma, apresuro el paso y cuando solo faltaba algunos metros para llegar a la casa, siento que alguien cubre mi boca, me agarra de la cintura y me arrastra hacia la oscuridad, comienzo a intentar zafarme pero es imposible.

-Te vez tan buena - me susurran en el oído-

Niego con la cabeza ¿tanta mala suerte tengo?, de repente ya no siento sus manos sobre mi cuerpo, giro para verlo asustada y entonces me doy cuenta de que otra persona se había posado encima suyo y lo estaba golpeando, tenía que correr pero mis piernas no me obedecían, cuando el hombre se queda inconsciente en el suelo, el otro voltea a verme y se acerca hasta mí.

-Por favor no me lastimes - susurro con voz aguda-

-Shh... Tranquila Leyla soy yo - me habla John, suspiro cuando lo veo bajo la luz, él me envuelve en sus brazos, vuelvo a soltar un suspiro aliviada y lo abrazo sollozando -

-Vamos a casa - susurra y asiento, me levanta en sus brazos y enseguida escondo mi rostro entre su cuello-

Al llegar a la casa John me lleva directo a mi habitación, me ayuda a cambiarme de ropa, estoy tan asustada que no me importa que me vea en ropa interior.
Luego me acomoda sobre la cama y se acuesta a la par mía, lo abrazo por la cintura y descanso mi cabeza en su pecho mientras él me acaricia el cabello.

-Tengo miedo - murmuro - Ya no quiero que nadie me haga daño

-Tranquila bonita nadie te hará daño, aquí estoy yo para impedirlo- me susurra, minutos después nos quedamos dormidos-

LeylaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora