Leyla

Prólogo

Hace prácticamente 6 años, sufrí la peor de las desgracias. Estábamos mis padres y yo disfrutando en el patio de la casa, el día estaba hermoso, estaba tan cálido el clima que decidí meterme a la piscina,mientras mi padre cocinaba unas hamburguesas, cuando de pronto 3 hombres con pasamontañas ingresaron hasta donde estábamos, comenzaron a dispararle a mi padre y luego a mi madre, nisiquiera pudieron decir una última palabra.

Me escondí como pude en la alberca, pero desgraciadamente uno de ellos me vio, me agarro de los brazos y me sacó de allí para luego lanzarme al césped, uno de ellos se posó encima mío para luego empezar a tocarme, comencé a forcejear con él, pero obviamente él era más fuerte, los dos hombres restantes nos rodearon y se quedaron allí observando.

Escupi al hombre frente a mí y enseguida me golpeó la cabeza y todo se volvió negro.

Nose cuanto tiempo pasó pero desperté y ellos ya no estaban, cuando traté de incorporarme un fuerte dolor en mi zona intima me hizo gemir, observe mi cuerpo, estaba totalmente desnuda, mi traje de baño estaba esparcido por el césped y estaba cubierta de sangre, un dolor en el rostro me hizo colocar ambas manos sobre el y lo que observe fue sangre.

Me levante como pude y fui a observar a mis padres, ellos ya estaban muertos, comencé a llorar y a gritar con esperanza de que despertarán pero no fue así, volví dentro de la casa y llame a una ambulancia, luego envolvi mi cuerpo en una bata y volví junto a mis padres, minutos después la ambulancia llegó y se los llevaron y también a mi, no hubo nada que hacer porque ellos habían recibido demasiados balazos.

Como no tenían ningún familiar y yo era menor, los médicos los enterraron, estuve en el hospital por un mes, un día después de que ya me habían quitado la venda de la cara, fui al baño a mirarme en el espejo y lo que vi me destruyó aún más, la mitad de mi rostro estaba llena de cortes, esos hombres me habían marcado de una forma tan cruel que nunca se me olvidaría.

Con una impotencia rompí los cristales del espejo y comence a llorar, rápidamente los médicos me llevaron de nuevo a mi habitación y me inyectaron un tranquilizante.

Cuando me había resignado a lo que me había pasado, los médicos me dieron el alta, y como no tenia ningún familiar, ya que mis abuelos ya estaban muertos y mis padres no tenían hermanos, fui a terminar en un internado.

Desde el primer día, todos los niños me tuvieron miedo, decían que era un mounstro, nadie se acercaba a mi, excepto Jhon, un chico de casi mi misma edad, super carismático y divertido, él me defendía de aquellos que se burlaban de mi, nos volvimos mejores amigos, él siempre me decía que era una niña hermosa, no importa como sea mi rostro y eso me hacía quererlo cada día más.

Crecimos juntos y ahora ambos estamos por cumplir la mayoría de edad, estoy apunto de cumplir los 18 y por fin poder salir de este internado.

Por cierto me llamo Leyla y aquí comienza mi historia.