Esa misma tarde vuelvo a la casa, los médicos me han chequeado y me han dicho que no tengo nada grave y que solo tengo algunos rasguños.
Bruce se ha ofrecido a traerme hasta la casa, no se ha despegado de mi ni por un momento y también ha pagado lo del hospital, cosa que no me ha gustado en lo absoluto.
En las pocas horas que me encontraba en el hospital, me la pase charlando con Bruce, me ha dicho que es policía, tiene 21 años, es Italiano y hace como 2 años que se ha mudado a este país, por parte mía solo le he dicho lo básico mi edad, mi nombre, donde trabajo y que estoy viviendo con un amigo, no me ha preguntado nada acerca del por qué de mis cicatrices ni tampoco ha indagado en mi pasado cosa que agradezco.
La señora Eva también ha estado conmigo, me ha informado que Bruce se había encargado de darle los documentos que necesitaba, cosa que yo tenía que haber hecho, ya que había encontrado la hoja con la dirección escrita cerca mío cuando tuve el accidente.
Bruce estaciona su coche frente a la casa, abro la puerta y le agradezco por milésima vez todo lo que hecho por mi.
-No tienes nada que agradecer, me alegro mucho de haberte conocido - me sonríe -
-Yo también - respondo sonrojandome un poco -
Me da un beso en la mejilla y luego bajo del coche cerrando la puerta, camino hasta la entrada y giro de nuevo hacia el coche, agito mi mano en forma de despedida y él hace lo mismo, luego pone su coche en marcha.
Entro a la casa y enseguida John observa hacia mi dirección.
-¿Leyla que te ha pasado? - pregunta asustado y corre hasta mí -
-No pasó nada - intento tranquilizarlo-
-Cómo que nada entonces, ¿porqué tus codos están vendados y tus pantalones rasguñados? - pregunta un poco enfadado -
-Esta bien... Tuve un pequeño accidente con la bicicleta no paso nada grave
-Te compre la bicicleta para que no corrieras peligro, y mira, fue con el que tuviste un accidente que ironía - bufa -
Niego con la cabeza y me dirijo hasta la sala.
-¿Por qué no me has llamado antes?
-Lo siento, pero Eva ha estado cuidándome - ignoro completamente a la vocecilla en mi cabeza que me dice para que también le mencione acerca de Bruce-
-Esta bien, pero tienes que saber que cualquier cosa que te suceda, me tienes que avisar bonita - se coloca frente mío y me acaricia la mejilla-
Asiento y lo abrazo, él me corresponde enseguida, quiero tanto a John, que saber que se preocupa por mí, hace que mi corazón lata más rápido.
°°°°
Vuelvo a mi trabajo luego de haber descansado algunos días, por petición de Eva, en todos estos días John a estado al pendiente mío, trayendome los alimentos hasta mi habitación, preguntando frecuentemente como me encontraba, consintiendome con dulces y muchas cosas más.
Cuando llego hasta el restaurante coloco el biciclo en los bastidores de bicicletas, la he vuelto a usar luego de haber tenido una pequeña discusión con John.
-Mi niña ¿Cómo te encuentras? - me pregunta Eva ingresando a la cocina-
-Ya me encuentro mejor -sonrío -
-No quiero que te esfuerces demasiado
-No se preocupe no me ha pasado nada malo
-No te esfuerces - vuelve a repetir mientras sale de la cocina, niego con la cabeza mientras me coloco el delantal para empezar a trabajar.
Cada cinco minutos Eva volvía para ver quetal me encontraba.
Cuando estoy por terminar el menú que he preparado, Eva ingresa de nuevo con una sonrisa enorme en el rostro.
-Ya te he dicho que estoy bien- menciono riendo-
-Alguien vino a verte - me señala la puerta de la cocina -
-¿Quién es? - pregunto de inmediato frunciendo el ceño-
-Ve por ti misma
Dudosa me acerco hasta la puerta de la cocina, la abro un poco y entonces me asomo para ver quién es.
Es Bruce que estaba recostado por el mostrador mientras miraba a las demás personas.Enseguida cierro de nuevo la puerta y me recuesto en ella, niego con la cabeza hacia donde se encuentra Eva, ella en cambio me alza sus dos pulgares sonriente.
Inhalo y exhalo varias veces hasta que decido salir.
-H.. Hola - tartamudeo, no puedo evitar ponerme nerviosa cuando llego a su lado-
-Hola Leyla - me sonríe, Oh por Dios su sonrisa es perfecta -
-Me dijeron que me andabas buscando - menciono en voz baja y quiero golpearme la cabeza por ello-
-Quería verte y ya que andaba por aquí, decidí pasar
-Oh.... -respondo simplemente, sin saber que más decir -
-¿Y que haces exactamente aquí? - pregunta y se que ha notado que estoy nerviosa, ya que se ha dibujado en su rostro una sonrisa arrogante-
-Soy la cocinera - me encojo de hombros intentando sonar tranquila pero no creo haberlo conseguido del todo-
-¿Eres tú?, por Dios la comida que preparas es exquisita, moría de ganas por conocerte -
Sonrío llenandome de orgullo.
-Quiero probar el menú de hoy - me contesta decidido-
-Claro, puedes sentarte donde gustes
-Pero solo si tú me vas a acompañar
-Emm.. yo em...-carraspeo - Yo no salgo a comer aquí - susurro-
-¿Entonces?
-Almuerzo en la cocina - respondo dándole una sonrisa de boca cerrada -
Él asiente y luego vuelve a preguntar.
-¿Te puedo acompañar?
Muerdo el interior de mi mejilla, no se que pensara al respecto Eva, solo el personal ingresa a la cocina, pero nada pierdo preguntándole.
-Le preguntaré a Eva
-Claro, aquí te espero - sonríe -
Doy media vuelta y entro a la cocina, Eva se encuentra ordenando algunos utensilios.
-Emm.. Eva te quiero preguntar algo
-Claro mi niña dime - voltea a verme-
-¿Puede Bruce entrar a almorzar aquí?
Eva frunce el ceño, pero luego parece entender la situación.
-¿Quiere almorzar contigo? - pregunta, pero suena más como una afirmación -
-Si - respondo nerviosa -
-Claro hazlo pasar - sonríe -
-¿Estas segura? - pronuncio pero la que no está segura soy yo -
-Claro que si, anda ve
Asiento, me dirijo de nuevo hasta el mostrador tronandome los dedos.
-Puedes pasar
Asiente, camino de vuelta a la cocina y lo siento seguirme hasta dentro.

ESTÁS LEYENDO
Leyla
Misterio / SuspensoSolo era una niña de 11 años, pero mi vida ya estaba marcada de por vida gracias a esos hombres. La mitad de mi rostro estaba con cicatrices, crecí en un internado, todos me llamaban monstruo. Ya había acabado con mi vida de no ser por mi mejor amig...