Leyla

Capítulo 15

Oigo varias voces, pero no logro distinguirlas, siento como todo a mi alrededor da vueltas, reúno todo el esfuerzo que puedo para poder abrir los ojos pero cuando lo hago la luz del exterior hace que los vuelva a cerrar de inmediato.

Me dispongo a abrirlos de nuevo pero esta vez lentamente, cuando me acostumbro observo todo a mi alrededor, veo varios rostros frente mío pero no tengo idea de quiénes son.

-Me alegra que hayas despertado - pronuncia una mujer que a juzgar por el uniforme que lleva puesto, me doy cuenta que es policía-

-Agua - es lo único que digo con voz rasposa, mi garganta me lo pide a gritos -

-Claro, Owen pasame un vaso con agua por favor - pide al policía que se encontraba cerca suyo -

El hombre llamado Owen me entrega el vaso con agua enseguida y murmuro un gracias en su dirección y él solo asiente.

-¿Qué me pasó? - pregunto cuando por fin recupero mi voz-

-Tuviste un desmayo, estuviste inconsciente como 10 minutos, llamamos a un médico, no tarda en llegar - me responde la mujer -

-No es necesario, estoy bien, además ya tengo que irme - respondo-

-No puedes irte así, aún estas débil - me dice el policía llamado Owen-

Lo observo con el ceño fruncido, y entonces recuerdo el por qué de mi desmayo, escuchar los nombres con las iniciales de las notas hizo que ya no aguantara el dolor de cabeza, esas informaciones fueron demasiadas.

-Tengo que irme - vuelvo a repetir poniéndome de pie, la mujer intenta detenerme-

La esquivo como puedo y antes de cruzar la puerta, vuelvo a mirar hacia ellos y hablo.

-Diganle a Bruce que estoy bien, pero que ya tenía que irme - sin esperar respuesta vuelvo a caminar hasta la salida-

Es una suerte que no me haya encontrado a Bruce por las afueras de la estación, no se si podría mirarlo a la cara, comienzo a desconfiar de todos, esto es demasiada coincidencia.

Tomo la bicicleta y me dirijo hasta la casa, el dolor de cabeza a disminuido un poco, solo necesito recostarme en mi cómoda cama para sentirme mejor.

Al llegar a la casa guardo la bicicleta en la cochera, luego ingreso, me dirijo directo hasta mi habitación y cierro la puerta, John había dicho que llegaría tarde entonces no tengo nada de que preocuparme, solo quiero descansar, me acuesto sobre la cama y cierro los ojos.

-Este ha sido un día pésimo - murmuro para mi misma-

Sin imaginarme que lo peor estaba por venir.

°°

Llego hasta el restaurante sin muchos ánimos y me dirijo a la cocina, me pongo el delantal y comienzo a trabajar, mi humor estaba negro, por la noche había vuelto a tener esa horrible pesadilla, luego ya no pude pegar el ojo el resto de la noche.

Es un alivio que nos hayamos reconciliado con John, habíamos hablando y prometimos no volver a tocar ese tema, creí que después de eso mi día estaría perfecto, pero la noche se encargo de demostrarme que no.

Luego de haberme dado una ducha, intente cubrirme las ojeras, pero ya ni el corrector servía, aún así baje a desayunar, John me observó con el ceño fruncido, tuve que decirle la verdad de que no he podido dormir, pero omitiendo obviamente acerca de la pesadilla, gracias a Dios no preguntó nada más, estuvimos desayunando tranquilos, luego ambos salimos de la casa hacia nuestros respectivos trabajos.

-Leyla, ¿Cómo estas? - me pregunta una muy animada Eva-

-Bien - respondo cortante, no sabía que estaba cortando los vegetales con más fuerza de la necesaria hasta que Eva vuelve a hablar-