Leyla

Capítulo 43

Mi cuerpo entero sigue sin reaccionar, quiero alejarme, quiero gritar, pero no soy capaz de hacer nada.

Ambos se separan y unen sus frentes sonrientes, con eso por fin vuelvo a manejar mi cuerpo y salgo corriendo, me pongo la capucha sobre la cabeza y llorando me dirijo al restaurante para entregarle el documento a Eva.

Al llegar me seco las lágrimas y entro por la puerta de atrás para que nadie me vea, entro a la oficina sin tocar y Eva levanta la mirada de su teléfono.

-Mi niña que bueno que ya estás aquí - me sonríe y le extiendo el documento -

-Quiero ir a casa, no me encuentro bien

-Claro ¿pero qué ocurre mi niña? - pregunta confundida-

-Nada, ya tengo que irme - salgo sin esperar repuesta -

Al salir de restaurante, camino con las manos metidas en el bolsillo de mi sudadera y con la mirada fija en el suelo.

Al llegar a la casa abro la puerta, luego la cierro detrás mío, recuesto mi espalda por ella y me deslizo hasta el suelo.

Me permito llorar sin contenerme mientras me pregunto continuamente ¿Por qué John me hizo esto?

Las horribles náuseas vuelven a mi y me pongo de pie rápidamente para dirigirme al baño más cercano, nada más entrar me arrodillo frente al inodoro y comienzo a vomitar, es una suerte que tenga el cabello recogido.

Cuando siento mi estómago vacío por fin el vómito se detiene, tiro de la cadena y pego mi espalda a la fría pared y vuelvo a llorar.

-¿Por qué todos juegan conmigo?, ¿Qué he hecho mal?, ¿Por qué me hiciste esto John? - pregunto a la nada-

Me quedo sentada allí hasta que ya no tenía lágrimas que derramar.

Como puedo me pongo de pie luego de estar sentada por varios minutos, me cepillo los dientes y sin mirarme al espejo salgo del baño, me dirijo a la cocina por un vaso con agua.

Cuando comienzo a beberla escucho la puerta principal abrirse.

-¡Bonita, ya llegue! - exclama John entrando y no puedo evitar tirar el vaso al suelo-

John se da cuenta del ruido y rápidamente lo escucho gritar - ¿Leyla estás bien?

Salgo de la cocina y lo encuentro sacándose el saco mientras mira a todos lados, al verme su expresión cambia rápidamente a una de preocupación y se acerca a mi.

-¿Mi amor que tienes? - intenta abrazarme pero retrocedo -

-No te atrevas a tocarme - susurro-

-¿Por qué?, ¿Qué pasa?

-¿Cómo tienes el descaro de venir y pretender que nada ha pasado? - me reprimo para no gritar, pero estoy al borde de las lágrimas -

-¿De qué estás hablando? - frunce el ceño-

-Te he visto besándote con Leahnor - pronuncio con lágrimas cayendo por mis mejillas -

John se sorprende de mis palabras y luego aprieta la mandíbula.

-Leyla puedo explicarte

-¡No quiero escucharte!...dijiste que me amabas, te entregue todo de mi - sollozo - No te costaba nada decirme la verdad...no era necesario jugar conmigo

-Leyla por favor escuchame - vuelve a intentar acercarse pero retrocedo de nuevo -

-Vete de aquí

-Bonita, no fui yo - responde desesperado -