Cuando ingresamos a la cocina la señora Eva, nos recibe con una enorme sonrisa.
-Pasen y tomen asiento - nos señala una mesa que sorprendentemente la había arreglado en tiempo récord-
-Gracias señora - le responde Bruce-
Él corre la silla para que pueda sentarme, luego rodea la mesa y toma asiento.
-Bueno yo les atenderé el día de hoy - menciona Eva y discretamente me quita el delantal-
Yo solo me limito a sonreír tímidamente, no puedo creer que Bruce este aquí almorzando conmigo, y que haya querido volver a verme.
-Me encantaría probar el menú de hoy por favor - sonríe Bruce en dirección a Eva-
-Claro ¿y tú Leyla? - voltea a verme -
-Emm...si lo mismo - respondo, no puedo estar pensando claramente en los diferentes tipos de menús-
Eva asiente y se aleja de nosotros para poder servir nuestros platillos.
Bruce solo se dedica a observarme sonriente mientras yo soy todo un manojo de nervios, ni siquiera me atrevo a mirarlo a la cara, puedo sentir como mi rostro se encuentra sonrojado, no quiero que me vea así.-Aquí tienen - nos entrega los platos correspondientes y luego nos sirve dos copas de vino - Buen provecho - luego de eso se retira de la cocina-
Empezamos a comer en silencio, gracias a Dios no se lo ve incómodo mientras yo me exijo mentalmente tranquilizarme.
-É delizioso (Es delicioso) - dice Bruce observandome y yo me quedo sin entender lo que ha dicho-
-Emm... ¿Qué? - pregunto sintiéndome una idiota -
Ríe un poco y luego responde - Está delicioso
Asiento torpemente y agarro la copa evitando mirarlo a la cara.
-Leyla ¿Me puedes tan solo mirar por una vez? - susurra sorprendiendome -
Me quedo observando el plato frente mío sin darme cuenta toma mi mentón y me hace levantar la mirada.
-¿Por qué te ocultas?
-Emm... No se de que hablas - susurro-
-Eres muy linda, ¿por qué tienes que estar evitando mirar a las personas?
-No es necesario que me digas eso...yo emm no puedo
-¿Puedo saber el motivo?
Solo lo observo sería y él me regala una sonrisa agradable, mientras me presta total atención.
-No permito que nadie me vea el rostro - murmuro luego de varios segundos en silencio - Muchas personas me han llamado mounstro y no quiero...que lo vuelvan a hacer
-Entiendo....Esas personas de seguro son ciegas o tienen un grave problema en la cabeza - responde encogiendose los hombros -
Frunzo el ceño - ¿Qué?
-No tienes nada de malo, no tienen derecho alguno de llamarte así, una persona madura jamás insultaria a otra
Me quedo en silencio.
-Me gustaría conocerte más, estar a tu lado, y ayudarte a poder superar todo esto
No me gusta ser la niñita que todos necesitan proteger, no quiero ser la muñeca de porcelana que se puede romper fácilmente, todo el tiempo que he estado en el internado, John a golpeado a cualquier niño que me insultaba, siempre que salia al patio estaba cerca de él, porque tenía miedo de los demás niños, no quiero que ahora Bruce se tome el papel de protector conmigo, pero al mismo tiempo, entiendo que yo misma me muestro débil frente a todos, me siento una estupida, una tonta, odio tener que ser así, odio ser yo.
Varias lágrimas se me acumulan en los ojos cuando miro directamente a Bruce, de nuevo soy débil y nose como evitarlo. Él al darse cuenta de cómo había reaccionado, se pone de pie y se acerca hasta mi, me rodea en sus brazos y no soy capaz de responder, ningún hombre a excepción de John me había tocado en todo este tiempo y que lo haga ahora una persona totalmente desconocida para mí, me pone muy nerviosa.
-¿Qué tal el almuerzo? - pregunta sonriente Eva ingresando a la cocina-
Suspiro aliviada cuando Bruce se separa de mí, él vuelve a su lugar y hacemos como que no pasó nada.
-Ha sido espectacular - responde Bruce y yo asiento de acuerdo -
-Bueno ya me tengo que ir - menciona de nuevo Bruce poniéndose de pie- Me alegra mucho haber estado contigo Leyla - me sonríe -
-A mi igual - respondo poniendo una sonrisa que estoy segura se ve forzada -
-Adiós señora - se despide de Eva -
-Adiós, vuelve cuando gustes - le responde esta-
Bruce asiente y camina hasta la puerta, no me pasa desapercibido el tono de voz que utilizó al despedirse, lo note extraño, parecía haberse dado cuenta de mi incomodidad pero no puedo hacer más nada para cambiarlo.
°°°°
Vuelvo a la casa luego de mi jornada laboral, cuando entro observo que las luces están apagadas, eso significa que John no se encuentra en la casa, subo hasta mi habitación y me tiro a la cama y suelto un suspiro odio mi vida.
Observo el techo durante mucho tiempo, hasta que decido levantarme, me dirijo hasta el espejo que tengo colgado en la pared, mis ojeras es lo primero que está a la vista, aún no he estado durmiendo bien en estos días.
Al ver mis cicatrices de cerca hace que los recuerdos de ese día invadan mi mente. Me pregunto como había sido mi vida si nada de eso hubiera ocurrido.
¿Había sido feliz?, ¿Hubiera sido social en la secundaria?, ¿Tendría un novio que me amara?, y por último ¿Sería bonita?
Un suspiro sonoro se me escapa y quito la mirada del espejo, vuelvo hasta la cama y un sobre encima de mi mesita de noche llama mi atención. Lo tomo entre mis manos y abro la hoja, o través las letras son recortes de periódicos.
Me encanta estar cerca tuyo, y que tú no te des cuenta, tengo pensado muchas cosas para tí Mi Querida Leyla.
O.
Que diablos esta pasando, la inicial es una "O",pero cómo lo habian dejado aquí, ¿acaso han entrado aquí y han robado algo?, eso no puede ser, no parece que la casa había sido saqueada. Cuando vuelvo a leer la nota recuerdo la nota anterior y lo comienzo a buscar en mis cajones, tardo un poco en encontrarlo ya que lo había olvidado por completo.
-Es una B - susurro cuando leo la nota anterior-
Entonces algo parece hacer click en mi cabeza, Bruce.
Es él, pero por qué ahora es una "O", ¿será que me esta dando una pista de su nombre completo?
Tengo que averiguar el nombre completo de Bruce y si es él debo denunciarlo, pero, ¿También es él el que me ha estado siguiendo?, pero tengo que cerciorarme si de verdad alguien se encuentra siguiendome
Tengo que enterarme de toda la verdad, y ya se por donde debo empezar.
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Leyla
Mystery / ThrillerSolo era una niña de 11 años, pero mi vida ya estaba marcada de por vida gracias a esos hombres. La mitad de mi rostro estaba con cicatrices, crecí en un internado, todos me llamaban monstruo. Ya había acabado con mi vida de no ser por mi mejor amig...