Capítulo 37 (Final)

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Regreso a con los Dursley y El Comienzo del Cambio.

Narra Lily

Incluso un mes después, al rememorar los días que siguieron, me daba cuenta de que Harry y yo nos acordamos de muy pocas cosas.

Era como si hubiera pasado demasiado para añadir nada más.

Las recapitulaciones que hacíamos resultaban muy dolorosas.

Lo peor fue, tal vez, el encuentro con los Diggory que tuvo lugar a la mañana siguiente.

No nos culparon de lo ocurrido.

Por el contrario, ambos nos agradecieron que les hubiéramos llevado el cuerpo de su hijo.

Durante toda la conversación, el señor Diggory no dejó de sollozar.

La pena de la señora Diggory era mayor de la que se puede expresar llorando.

-Sufrió muy poco, entonces -musitó ella, cuando le explique cómo había muerto-. Y, al fin y al cabo, Amos... murió justo después de ganar el Torneo. Tuvo que sentirse feliz.

Al levantarse, ella nos miró a Harry y a mi y nos dijo:

-Ahora cuidense ustedes.

Harry tomo las dos bolsas de oro de la mesita.

-Tomen esto -le dijo a la señora Diggory-. Tendría que haber sido para
Cedric: llegó el primero. Tomenlo…

Pero ella lo rechazó.

-No, es suyo. Nosotros no podríamos… Quédate con él.

Volvimos a la torre de Gryffindor a la noche siguiente.

Por lo que nos dijeron los chicos, aquella mañana, durante el desayuno, Dumbledore se había dirigido a todo
el colegio.

Simplemente les había pedido que nos dejaran tranquilos, que nadie nos hiciera preguntas ni nos forzaran a contar la historia de lo ocurrido en el laberinto.

Noté que la mayor parte de nuestros compañeros se apartaban al cruzarse con nosotros por los corredores, y que evitaban nuestra mirada.

Al pasar, algunos cuchicheaban tapándose la boca con la mano.

Me pareció que muchos habían dado crédito al artículo de Rita Skeeter sobre lo trastornados y posiblemente peligrosos que somos.

Tal vez formularan sus propias teorías sobre la manera en que Cedric había muerto realmente.

Nos dimos cuenta de que no nos preocupaba demasiado.

Disfrutaba hablando de otras cosas con Ron, Alex, Andy Mione y Sam, o cuando jugamos al ajedrez en silencio.

Sentía que habíamos alcanzado tal grado de entendimiento que no necesitamos poner determinadas cosas en palabras: que los siete esperamos alguna señal, alguna noticia de lo que ocurría fuera de Hogwarts, y que no
valía la pena especular sobre ello mientras no supieramos nada con seguridad.

La única vez que mencionaron el tema fue cuando Ron nos habló del encuentro entre su madre y Dumbledore, antes de volver a su casa.

-Fue a preguntarle si podían venir directamente con nosotros este verano- dijo-. Pero él quiere que vuelvan con los Dursley, por lo menos al principio.

-¿Por qué? -preguntó Harry.

-Mi madre ha dicho que Dumbledore tiene sus motivos -explicó Ron, moviendo la cabeza-. Supongo que tenemos que confiar en él, ¿no?

Mellizos Potter y el Torneo de los Tres MagosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora