Debo decirte adiós.

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-Dominic.-

Corría rápidamente por los pasillos de la escuela, estaban completamente vacíos. No podían irse tan fácil mente, debieron dejar una pista, algo que pueda usar para saber en dónde estaban.

Le marcaba a Lila mientras doblaba estrepitosamente en una esquina, finalmente contestó.

—Llamando a: Lila.—

—¿Cómo va todo?— Contestó animada, ella sabía que hoy era el baile de la escuela.—

—¡Mal! ¿Que tan rápido puedes rastrear a alguien?— Dije, mi voz sonaba completamente alterada.—

—¿Qué diablos ocurrió ahora?—

—Se los llevaron, no sé cómo, sólo desaparecieron, apenas pude notar que había alguien más con nosotros cuando ocurrió.— Ví un salón con luz al final del pasillo, corrí aún más rápido hasta él.—

—¿En dónde estás?—

—En la escuela.— Entré al salón y comencé a inspeccionarlo rápidamente, estaba desacomodado, era obvio que habían estado aquí.— Estoy tratando de buscar algo que me lleve hasta ellos, tiene que haber señales de algo.—

—Dominic, son profesionales, no dejarán rastros si no quieren hacerlo.—

—¿Profesionales ellos? Por favor, la última vez...—

—La última vez querían que los encontramos.— Me interrumpió.— Esta vez harán todo lo más rápido posible para evitar que los detengamos.— Suspiró.— Mientras hablábamos los rastreé, tienes la ubicación y tiempo exacto programado en tu prendedor, les avisaré a Cinco y T/N y entonces...—

—No, Lila, podemos manejarlo solos, no es necesario que...—

—Dominic, son sus padres, sé que se morirían si no les dijeramos, o, nos matarían a nosotros. Los llamaré a ellos y también pediré refuerzos especiales en la comisión.—

—Bien, haz lo que quieras, iré por ellos.—

—Que no se te ocurra entrar solo, ¿Me oíste bien? Es peligroso, incluso para ti. Prométemelo Dominic.—

—Ya debo irme, adiós.— Colgué la llamada.—

—Llamada finalizada.—

No podía prometerle algo que no iba a cumplir.

(...)

El prendedor me llevó dentro de una especie de bodega, no ví a nadie al rededor.

Comencé a recorrer los pasillos de aquél lugar, se veía extraño; No había ventanas, y casi no había iluminación, todo estaba casi en la obscuridad, sólo había unos focos colgando del techo cada varios metros, que daban una luz muy tenue.

Los sensores de mi sistema indicaban señales de calor no muy lejos de donde estaba, lo que significaba que había personas por el lugar, los sacuestradores o el lugar en dónde los tenían a todos.

Voy hasta el lugar indicado, verificando que no haya nadie más a mi al rededor, y al final del pasillo doy con una puerta de metal que tiene una pequeña ventana; Me asomo por la misma y veo un montón de personas con armas, caminando de un lado a otro, varias máquinas y una jaula con barrotes, dónde veo a Emily, Jackson y sus amigos.

La profecía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora