La profecía.

Perder el control.

-Jackson Hargreeves.-

Emily entró minutos después de nosotros, Lila estaba hablando con mis padres y yo me limito a escuchar y observar.

Emily caminó directo a su habitación, Lila la detuvo.

—¿Y Dominic?— Le preguntó Lila.—

—Se fué.— Respondió ella.—

—¿Cómo que se fué?— Preguntó con confusión Lila.—

Emily se limitó a encogerse de hombros en respuesta.— Estoy cansada, ya me voy a dormir..—

Sin decir más se fué a su habitación.

—Está extraña, ¿No?— Pregunté.—

—Pasaron mucho esta noche, deberían descansar.— Aconsejó papá.—

—¿Por qué no vas también?— Dijo mamá, yo sentí y ella me dió en beso en la frente.— Descansa.—

Saludé a mi tía antes de irme a mi habitación, desajusté casi por completo mi corbata al dejarme caer en la cama, pero no podía parar de pensar en que Emily no se veía bien, así que fuí hasta la puerta de su habitación. No se escuchaba nada, simplemente toqué la puerta dos veces pero no contestó.

No creo que se haya dormido tan rápido. Simplemente abrí la puerta.

—¿Emi?— Pregunté entrando a la habitación.—

Se volteó a verme, estaba desmaquillándose sentada en su escritorio, sosteniendo un espejo frente a ella para verse.

—¿Ocurre algo?— Preguntó ella.—

—Es extraño por qué...— Cerré la puerta y me dirigí a la cama, tomé una almohada y la abracé.— Iba a preguntarte eso mismo.—

—¿Tanto lo doy a notar?— Preguntó, sin siquiera tratar de ocultar que algo pasaba.—

Me encogí de hombros.— Yo lo noto.—

Ella se levantó y comenzó a hablar frenéticamente.

—¿Sabes? Está bien, no hay problema, yo puedo con esto, no importa que él... Se haya ido.—

—¿Cómo es eso de que se fué? Ya es la segunda vez que lo dices, no entiendo.—

—Dominic, se fué, terminó su misión y ya no va a estar aquí.—

—Debe ser un error, él..—

—Se fué.— Me interrumpió.— Dominic no va a volver.—

—Emily.. Lo siento..—

—¡No! No, está bien, yo estaré bien, es sólo un chico... Bueno, no es nisiquiera eso.—

—Pero tú lo querías.—

Ella volteó a verme.— Yo lo amo.— Suspiró muy profundamente.—

—Hazlo.— Dije yo, viendo a mi hermana caminar impaciente por la habitación, con las lágrimas apunto de escapar de sus ojos.—

—¿Qué?— Preguntó, su voz comenzaba a quebrarse.—

—Pierde el control.— Ella no dijo nada, pero sabía a lo que me refería.— Puedes hacerlo, está permitido. Y lo necesitas.—

Ella sollozó y cubrió su boca con sus manos, mientras se encogía sus hombros y cuerpo, parecía hacerse más pequeña mientras se abrazaba a si misma. Me levanté de la cama y caminé hacia ella, la envolví en mis brazos, y ella rodeó mi torso con sus brazos de inmediato, desahogándose sobre mi pecho.

—¿Cómo es que todo esto ocurrió?— Me preguntó ella entre llanto.—¿Por qué? No lo entiendo...—

—Lo sé.— Dije.— Es confuso, pero él no podía quedarse.—

—Pero no es justo, y-yo lo necesito... Y él se fué— Dijo hipando.—

—Shh.. Emi, estoy aquí, tranquila.—

Sabia que mis palabras no podían sanarla, quizás ni siquiera hacerla sentir mejor. También sabía que moría por explicarme todo lo que sentía pero no podía lograr calmarse. Seguia hipandon con su respiración entre cortada, tratando de tomar grandes bocanadas de aire para llenar sus pulmones.

—Es como si.. Me estuviera ahogando, intento nadar hacia arriba y cuando salgo a la superficie el agua simplemente vuelve a ganarme.—

—Es... Normal, creo, si de verdad lo amabas.—

—¿Es en serio?¿Así es cómo se siente? Por qué déjame decirte que es una mierda.—

—De verdad lamento no tener una respuesta para ti, no tengo ni idea de lo que estás sintiendo, y no puedo hacer más que abrazarte.—

—Es suficiente.— Me abrazó más.— Además, me alegra de que no sepas lo que se siente, no quisiera que te sientas como yo ahora, tú no.. Te mi mereces.—

—Emi, tú tampoco te mereces esto.—

—Yo sabía que no debía enamorarme de él, y aún así lo hice..¿Sabes? No se suponía que debía ser así, yo estaba bien, ¡Pero no! Tenía que llegar él, con su sonrisa perfecta y sus palabras sarcásticas que me sacaban de quicio, y no sé cuándo sucedió pero cambió todos mis planes...—

Papá entró con cautela en la habitación con una media sonrisa, la cuál de borró de inmediato y cambió su rostro, reflejando confusión absoluta al presenciar la escena de Emily llorando mientras me abrazaba.

—¿Qué..?— Dejó la pregunta en el aire cuando me vió negar con la cabeza, no sabía si ella quería dar explicaciones ahora.—

—¿Qué ocurre..? —Preguntó mamá, al ver a papá parado en la puerta.— Oh..—

Ambos se miraron entre sí y luego me miraron a mi, esta escena vaya que es ridícula.

Emily se dió cuenta de que estaban ahí, y se separó de mi lentamente, aunque seguía llorando trató inútilmente de secar sus lágrimas.

—¿Es por.. Dominic?— Preguntó mamá, a lo cuál papá frunció el ceño desentendido.—

Emily asintió, y ambos se adentraron más en la habitación. Papá abrazó a Emily, los cuatro nos sentamos en la cama. Mamá y papá en los extremos, nosotros en medio.

—¿Qué fué lo que ocurrió, cielo?— Preguntó papá.—¿Él te hizo algo?—

Mamá y yo lo vimos confundido ante la pregunta, pero por supuesto que iba a buscar la menor de las excusas para odiarlo aunquesea un poco más.

Ella negó y sollozó de nuevo antes de hablar.— No es su culpa.—

Él suspiró y la abrazó, en realidad, todos la abrazabamos. Espero que sea el tipo de contención que ella necesita ahora, y siento que así es, por qué está más calmada que antes, parece que desahogarse como nunca si funciona.

—Tranquila cariño, está bien, estamos aquí contigo..— Dijo mamá.—

—Es que... Quisiera ser fuerte, como tú, o cómo papá..— Habló Emily.—

—¿Sabes? A veces los fuertes nos cansamos de ser fuertes, de estar solos y de las cosas que nos duelan; a veces quisiéramos que ese dolor desaparezca, y poder derrumbarnos también, aunquesea por un rato.— Dijo papá, comienzo a pensar que por una experiencia propia.—

—¿Incluso tú?— Preguntó Emily.—

Él asintió.— Incluso yo.—