Lo que siento.

187 31 5
                                    

-Emily Hargreeves.-

—¿Entonces?— Me preguntó Jackson, dándose la vuelta en su asiento para verme.—

—¿Entonces qué?— Pregunté apenas llegué.—

—Los libros.— Dijo de forma obvia.—

—Ah, si, toma.— Le pasé sus libros y me senté en dónde siempre, al lado de Sophie.—

—Creí que llegarías antes.— Comentó Sophie.— Saliste antes que nosotros de la cafetería.—

Aún no me recupero mentalmente de ese encuentro con Dominic en el baño.

Tragué saliva.— Si, bueno, me distraje un poco..—

—Oigan, ¿Han visto a Lorelai?— Preguntó Owen dándose la vuelta.—

—No vino hoy, al parecer.— Contestó Sophie.—

—Es extraño, dijo que quería hablar conmigo hoy.— Agregué.—

Jack abrió los ojos exageradamente y casi se ahoga con la botella de agua que estaba tomando.

—¿Eso dijo?— Preguntó.—

—Si.. ¿Estás bien?—

—¿Yo? Si obvio..— Dijo en un tono nervioso, claramente puedo notar que está mintiendo.—

Pero, ¿Por qué lo haría? No entiendo que es lo que le ocurre, pero viniendo de parte de mi hermano, puedo esperarme cualquier cosa.

(...)

Acabo de salir de la escuela, y tengo que esperar a Jackson como dos horas para ir a casa, ya que tiene entrenamiento. Estaba pensando en volver a entrar y esperarlo en las gradas, o quizás me quede aquí afuera, aún no lo decido. Por ahora, seguiré sentada debajo de un árbol, como lo estoy haciendo desde hace diez minutos.

Por otro lado, no eh visto a Dominic desde lo que ocurrió en el baño de chicas,

De pronto alguien entra en mi campo de visión, levantó la vista, y es Lorelai viniendo hacia mi.

—¡Rory!— Me levanté del suelo y caminé hacia ella.— No te había visto hoy.—

—Si.. Tenía cosas que hacer.— Carraspeó su garganta.— Vine por qué hay algo que quería decirte, desde hace bastante tiempo en realidad.—

Le sonreí, para tratar de que estuviese menos nerviosa.— Claro, dime.—

—Agh, es que de verdad no sé cómo decirte esto..— Dudó.— Sólo quiero aclarar que no tienes por qué darme una respuesta, ¿Está bien? Creo que no la necesito.—

—Lor, suéltalo, con confianza no pasa nada.— Tomé sus dos manos.—

Ella me dió una media sonrisa.— Me gustas, Emily.— Soltó.— Dios mío, me gustas muchísimo, eso es lo que en verdad siento y... Sé que debí decírtelo antes, pero no tenía el valor de hacerlo y.. —Suspiró.— ¿Tienes algo que decir?—

Tenía la cara roja como un tomate, es decir, ¿Lorelai sentía todo eso por mi? Jamás me lo habría imaginado, ¿Lo disimulaba muy bien, o yo estaba ciega? Una vez más, muchas preguntas, pocas respuestas.

—Eso creo..— Titubeé.—

Tiró de mi mano hacia ella, haciendo que choque con su pecho, y tomando mi cara entre sus manos me llevó hacia ella, hacia sus finos y formados labios, para que finalmente se encuentren con los míos.

La profecía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora