-Emily Hargreeves.-
Dieron las siete de la mañana y fui a bañarme, para un poco antes de las ocho estaba vestida y arreglada, para hacer absolutamente nada por supuesto, era sábado.
Fuí a la cocina y papá estaba tomando sus cosas para salir, los sábados entraba más tarde al trabajo y salía más temprano.
—¿Despierta tan temprano?— Preguntó, no me despertaba ni los días de escuela y hoy que era sábado ya estaba en pie.
—Si, quise probar algo diferente y levantarme antes.— Dije sonriente.
—Está bien.— Dijo, para dejar un beso sobre mi cabeza y dirigirse a la puerta.— Vuelvo a las doce.— Avisó.
—Lo sé, suerte.— Le dije, y él me dedicó una sonrisa antes de salir.
(...)
Unas dos horas más tarde, cuando eran casi las diez y luego de pasar tiempo buscando algo que se adecue a mis capacidades con la cocina, decidí preparar el desayuno, el cuál se estaba tardando más de lo que tenía planeado, pero casi terminaba de hacer todo.
—¿Me desperté en una realidad alterna?— Preguntó mamá, entrando en la cocina.
—No lo creo.— Dije bajándole el volumen a la música de mi teléfono.—¿Café?
—Está bien.
—¿Por qué chillan tan fuerte?— Se quejó Jackson entrando en la cocina, estirándose y aún en pijama.
—No estamos chillando.— Dije.
—Disculpa bello durmiente, aún tienes un poco de cara en tu almohada.— Se burló mamá
—Odio las mañanas.— Se apoyó en la isla de la cocina y escondió su cabeza en sus brazos.
—Dime algo que no sepa.— Le dije.— ¿Café?
Levantó la vista para ver la jarra de café que yo sostenía.— Bueno, pero sin..
—No tiene azúcar.— Le dije, ya sirviéndole el café en una taza.
Dejé la taza y lo abracé, sin siquiera ver su cara sabía que estaba muy confundido.
—Felicidades por el partido de ayer, no te di la celebración que merecías.
—Gracias.— Dijo, dándome una sonrisa.
(...)
Los exámenes finales son en muy poco tiempo, y estuve saltándome clases todo el año como si no existieran. Si, fué con la justificación de tener que salvar mi propia vida, pero eso no implica que las consecuencias lleguen ahora al no entender la mitad de las cosas que estoy leyendo.
Mis notas venían siendo buenas, dentro de lo que cabe, no era la típica chica de diez, quizás más un promedio de ocho, no era perfecto, pero era suficiente y con eso me bastaba.
Tocaron la puerta de mi habitación, y preferí quedarme en la cama aún con mi vista en el libro y gritarle a Jackson que venga después, pero siguió tocando la puerta.
—¡Estoy acupada, estudiando, desnuda!— Grité.
Sólo para aclarar: No estaba desnuda.
Pero era una buena excusa siempre que Jackson me molestaba, por qué se iba de inmediato pensando que me iba a meter a bañar o que acababa de salir de la ducha y siempre me dejaba tranquila.
—¿Se supone que eso me mantendrá alejado?— Preguntó una voz gruesa que claramente no era la de mi hermano.
—¿Dominic?— Pregunté, casi para mí misma, y me dirigí confundida a abrir la puerta.— Estás aquí.— Dije, como si no fuera obvio ya.
—Y tú estás vestida, me pregunto quién está más decepcionado..¿Puedo pasar?— Preguntó.
—No.
—Gracias.— Dijo para pasar a mi habitación sin importarle mucho.
Cerré la puerta de mi habitación, y me di la vuelta para verlo, él también me veía parado en medio de la habitación.
—¿Que haces aquí?— Pregunté.— Y esta vez no me digas que es por mi.
—No quería dejar las cosas así.
—Y yo no quiero hablar contigo ahora, ninguno de los dos tuvo lo que quería, ¿Verdad?—No contestó.— ¿Cómo entraste?
—T/n me dejó entrar, aunque tú hermano no se veía contento por eso.
—Tiene motivos para no quererte aquí.
—Y yo tengo motivos para estar aquí.
—¿Cómo cuáles?
—Como lo que te dije ayer, todo es verdad, Emily te amo, y no voy a dejar de buscarte hasta que realmente me escuches. Si luego de eso aún no me quieres ver lo entenderé, y no volveré a buscarte si no quieres que lo haga, aunque sea difícil para mí no hacerlo.
—¿Desde cuándo?— Pregunté.
—¿Desde cuándo qué?
—¿Desde cuándo te diste cuenta que sentías algo por mi?
—Yo.. No sé realmente cuando pasó.. Solía pensar que el amor era un sentimiento banal, consumista, que generaba placer y por ende, era algo egoísta, pero.. Así fué hasta que llegaste tú, ahora contigo, ya no sé lo que es, y no lo sé, al parecer es cierto.
—¿Qué cosa?
—Nunca es tarde para cambiar de opinión.
Crucé los brazos sobre mi pecho, tenía ganas de llorar otra vez y realmente no quería hacerlo de nuevo.
—Yo también te amo.— Solté, y él suspiró casi aliviado.— Pero no quiero salir lastimada otra vez porque... Realmente me dolió cuando te fuiste, y también cuando volviste.
—No quiero irme de nuevo. No pienso hacerlo.
—¿Y si eso vuelve a pasar?
—No pasará. Me aseguraré de que así sea, por qué si hay algo que no quiero, es que tú salgas lastimada de esto.
Me aproximé hasta dónde él estaba y lo abracé. Fuerte. Lo hice por qué lo necesitaba, y por qué quería hacerlo, quería tenerlo cerca, tenerlo conmigo.
Tardó un momento en reaccionar y corresponder, porque él no se lo esperaba, y siendo sincera yo tampoco. Me inundó el olor de su ropa y su perfume, el calor de su pecho y sus brazos rodeándome. Me sentía bien, y de pronto no quise separarme de él, o no quise pensar que hubiera un día que no pudiera hacer esta simple acción. Abrazarlo, estar con él.
—¿Lo prometes?— Le pregunté, sin separarme de él.
—Te lo prometo. Y por favor que alguien me mate antes de sólo pensar en lastimarte.— Contestó, para separarse un poco de mi y tomar mis mejillas para que lo volteara a ver.— ¿Vas a golpearme si te beso ahora?
Solté un suspiro rodando los ojos y me paré de puntillas de pie, para traerlo hacia mi con mis manos en su nuca y juntar nuestros labios.
Con su mano en mi cintura me acercó más a él, con una caricia en mi mejilla con la mano que aún seguía sobre mi rostro.
—Te odio por amarte.— Le dije.— Odio amarte tanto que la idea de no estar contigo me parezca una pesadilla.
—¿De verdad me amas?—Preguntó incrédulo.
—¿Crees que haría todo esto si no lo hiciera?
—No realmente.
—Jamás dudes de que te amo.— Dije acariciando su mejilla.— Porque realmente lo hago.
—También yo, Em, realmente te amo.
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La profecía.
FanficSECUELA DE "SIENDO LA HIJA DE NÚMERO 4." Emily y Jackson Hargreeves, los hijos mellizos de Cinco y t/n Hargreeves, parecen estar destinados a grandes cosas, siendo ahora el par de hermanos más buscados por todo el espacio tiempo, ¿Qué es lo que se e...