La profecía.

362 50 18
                                    

-Emily Hargreeves.-

Mamá entra repentinamente a mi habitación, cortando la risa de Jack y la mía.—Chicos, levántense, por favor.— Dice ella, algo vacilante.

—¿Qué es lo que ocurre?— Pregunta Jack, levantándose de la cama.

Ella suspira.— No lo sé, pero debemos empacar.— Dice ella, para luego dirigirse a mi armario y tomar dos mochilas que hace tiempo no usaba.

Yo también me levanto de la cama cuando mamá pone las mochilas sobre la misma.

—¿Empacar?—Pregunto yo.—¿Para qué?—

—Tenemos clases el lunes, ¿A dónde vamos a ir?— Pregunta Jack.

—Ya dije que no lo sé.—Dice ella algo irritada.— Sólo.. Empaquen para toda ocasión, ¿Okey?—

Ambos decidimos hacerle caso, y Jack va a su habitación a buscar cosas mientras mamá nos ayuda a ambos a hacer las mochilas.

Sobre decir lo extraño de esta situación, ¿Qué es lo que estaba pasando? Definitivamente leer tantos libros de ficción no estaba ayudándome en este momento, lo único que se me ocurría era pensar en cuáles eran las posibilidades de que mis padres fueran fugitivos escapando de la ley o algo así, pero cosas así sólo ocurren en las películas.. ¿No?

—Esto ya está.—Dice mamá, referente a las mochilas.—Vamos a la sala.—

Jack y yo tomamos nuestras respectivas mochilas, y seguimos a mamá hasta la sala; En la cuál, estaba papá junto con otro hombre, el cuál técnicamente Jack y yo no conocíamos, pero por su cara, estoy seguro de que él estaba pensando en lo mismo que yo. Mamá sólo veía al hombre confundida.

—¿Crees lo mismo que yo?—Me susurra Jack.

—Si estás pensando en que es igual al hombre de negro de el otro día, entonces si.— Le respondo yo del mismo modo.

—¿Qué haces aquí?— Le pregunta mamá a el hombre.—

—Esta tarea requería de mi presencia.— Le responde él.

Ahora podía verlo claramente, un chico jóven, no sé exactamente de cuánto, pero si algo más joven que mis padres. Era alto, sus ojos de color gris claro, que transmitían mucha frialdad, tenía ese cabello negro azabache que recordaba perfectamente de nuestros encuentros anteriores; Podía notar sus labios naturalmente rosados contrastar con su pálida piel.

—¡¿Conoces al acosador?!— Chilla Jack.

—¿Qué acosador?—Pregunta papá con el ceño fruncido.

—Él.— Dice señalando a el desconocido frente a nosotros.

—Si.. Eso... Eso es una larga historia.— Ríe el hombre nervioso.

—No lo es, nos seguiste en la escuela el otro día.— Digo yo.

—¿Estabas acosando a mis hijos?—Le pregunta mamá.

—¡Tenía que hacerlo!¿Okey?— Se excusa él.

—¿Ya van a decirnos quién mierda es él?— Pregunta Jack.

—Vocabulario, Jackson.—Lo regaña papá.

—Él es Dominic.— Explica mamá.Es un.. viejo amigo.—

La profecía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora