Sólo quedará uno en pie.

226 32 10
                                    

-Dominic.-

—¡No funciona!— Exclamé aventando el envase de cristal contra la pared.—

—¿Quieres dejar de romper cosas? Me cansé de limpiar tus desastres.— Dijo Lila.

—Déjalo, luego lo recojo.—

—Bueno.— Se encogió de hombros.— A todo esto, ¿Que rayos estás haciendo?—

—Ya te lo dije, estoy tratando de buscar una solución para la conexión de Jackson y Emily.—

—Ah... ¿Y piensas que vas a poder hacerlo jugando a hacer pociones?—

—No es jugar a las pociones.— Bufé.— Son mezclas químicas que podrían solucionar el problema de la relatividad temporal y el intento de fusión que..—

—Ay, por dios ya cállate.— Me interrumpió.— Nerd.—

—Es tu culpa.—

—¿Y yo que tengo que ver contigo?— Preguntó.—

—Amm.. ¿Tú me hiciste casi de cero?—

—Ah, cierto.— Soltó una risita.— Pero hacer estas mezclas no te servirá de nada, ellos tienen otra cosa.—

—¿Qué cosa?—

—La profecía.—

—¿Otra vez con eso?— Bufé, ella había estado muy insistente creyendo en eso desde el principio.—

—Si, Dominic, ya te lo expliqué.—

—Justamente estoy para evitar lo que no queremos que pase, ¿Recuerdas?—

—Si, pero todo lo que decía terminó ocurriendo hasta el momento.—

—¿Crees en un pedazo de pergamino viejo?—

—Me gustaría decirte que no, de verdad, pero sabes bien que mi madre estaba loca por encontrarlos, y de alguna forma sabía que iban a ser sus hijos.—

—Si, pero, ¿Cómo sabía eso la maldita arpía?—

—¿Intuición? Yo que sé, el punto es de que hay que cuidarlos más que nunca, no quiero que les pase nada a mis sobrinos.—

—Lo sé, lo sé, todo está bajo control, ¿Okey?—

—Eso espero.— Se abrazó a si misma.—

—Ey.— Puse una de mis manos en su hombro.— No van a morir.—

—La profecía dice que..—

—Sólo quedará uno.— Completé.— Ya me lo has dicho, y te dije que no será así. Sobre mi maquinaria rota dejaré que algo malo les pase a esos dos.—

—Ay, por eso eres mi robot favorito.— Sonrió y golpeó mi brazo suavemente.

—Ya cállate.— Reí.— ¿Por qué no vas con Diego un rato? Hace tiempo que no vas.—

—Estuve con él ayer.— Dijo de forma obvia.—

—Si, pero ya no te soporto.— Me burlé.— No, pero en serio, te ayudará a despejarte.—

—Está bien.— Tomó su chaqueta y se dirigió a la puerta.—¿Tú estarás bien?—

—Claro, no te preocupes por mi.—

Al fin y al cabo, Lila se fué.

De verdad me dejó pensando, y estas tontas mezclas químicas no servían de una mierda, ¿Es muy difícil conseguir plutonio en esta época? Creo que sí.

La profecía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora