-¿Así que no te ha llamado durante todo este tiempo?-pregunta Gisele antes de darle un sorbo a su café.
Niego con mi cabeza sin articular palabra. Este tema ha sido el principal durante estos días y lo odio. Odio pensar en él. Me duele.
-¿Y piensas que lo hará?-esta vez la cuestión es dirigida por África-Ha pasado mucho, Nix.
Habíamos decidido pasar la mañana juntas, estaban muy volcadas en que saliera de casa y me distrajera, por ello nos encontramos en una cafetería cerca del instituto. Cosa que agradecía un montón.
Tras nuestra conversación tan intensa que tuvimos, Enzo decidio desaparecer por completo y huir de la ciudad. No le he vuelto a ver desde entonces.
-Bien-suspiro intentando que el nudo de mi garganta-Traté de comunicarme con él...
-¡Anímate!-exclama de repente Gisele-Terminaremos los examenes en dos semanas y seremos libres.
Intento hacerlo, de verdad, pero siento que mi vida va cuesta abajo y sin frenos. Mis días son de totalmente oscuridad y me duele que mi felicidad esté dependiendo de una persona, me hace sentir débil.
-Si los aprobamos-añade la pesimista de mi mejor amiga, lo que hace que suelte una risa automática.-¿Sabes? El otro día vi un vestido perfecto para ti.
-No voy a ir al baile de fin de curso, chicas... No me importa.
-Vamos, Nix... Será mágico.
El intento de convencerme de Gisele es prácticamente nulo. No quiero ir. No me apetece. Quiero quedarme en casa, acurrucada en mi cama escuchando canciones tristes que logren romperme más el corazón de lo que ya está roto. Quizás sea masoquista pero es de la única cosa que tengo ganas estos días.
-No lo veo la magia al baile.-digo y sé que estoy siendo demasiado dura con ellas.
-¡Estamos tratando de ayudarte!-recrimina África enfadada.
-Ir al baile no resolverá mis problemas.
-¿Hubieras ido si Enzo fuera tu acompañante?
Miro a la pareja de mi mejor amiga. Escuchar su nombre me sigue provocando sensaciones, aunque ya no son buenas.
-¿Qué?-pregunto a la defensiva- ¿Porqué me estás preguntando eso? Era mi profesor.
-Pero le amabas.
Detengo a África antes de que añada algo más:-Parad, chicas. Vamos a dejar de hablar de él.
Lo necesito.
Necesito continuar mi vida sin Enzo. Ver más allá. Si únicamente hablamos de ese tema no iba a ser capaz de superarlo nunca, y debo pasar página.
Miro mi alrededor dispuesta a encontrar algún otro tópico de conversación que no sea el baile o el susodicho pero me detengo en un punto que, cuando mis ojos dan con ello mi corazón deja de responder y mis manos comienzan a sudar.
Enzo con una chica se acaban de sentar en una mesa de esta cafetería.
¿Qué hace en la ciudad?
Ella comienza a reir sobre algo que le dice y mi pecho se encoge. Parecen tan felices juntos...
¿Enserio yo estaba pasandolo mal mientras él ya está con otra chica? ¿Porqué me está haciendo esto?
Necesito huir de aquí. Rápido. No quiero que se dé cuenta de mi presencia.
Me levanto de mi silla acaparando la atención de las presentes:-Estaré de vuelta en cinco minutos.
Sin esperar respuesta, me dirijo prácticamente corriendo hacia el lavabo. Mi corazón nunca ha ido tan rápido. Odio este sentimiento. Verle feliz... pero no conmigo.

ESTÁS LEYENDO
¿Mi hermanastro? Mi profesor.
Romance¿Quieres tenerlo en físico? ¡Pues ya está disponible en Amazon! :) Nuestra historia no es la típica de hermanastros, no. En esas historias, su hermanastro no termina siendo su profesor. En esta sí. Por desgracia, soy alumna y hermanastra de Enzo Sol...