–¿Y cuándo os vais?- pregunta Enzo a mi lado.¿Es que a él le da igual?
–Pasado mañana-contesta su padre.
Anda que me dan tiempo para asimilar todo esto.
–Así os conoceréis mejor- intenta animar mi madre. Pero claramente no lo consigue.
–Qué bien- ironizo
–Vamos hermanastra, lo vamos a pasar muy bien- me sonríe pícaramente Enzo.
Que alguien me salve.
(...)
–¿Te pasa algo?- pregunta África tras estar todo el camino es silencio.
–Mi madre se va con Chris a Singapur y me dejan a cargo de mi jodido hermanastro.
–Vaya...-comenta mi amiga.
Suspiro. Quejándome no voy a conseguir nada.
Al alzar mi mirada del suelo veo que ya estamos entrando al instituto.
–¿Qué asignatura toca ahora?- pregunta África.
–Matemáticas- hago una mueca y nos dirigimos al aula correspondiente.
En esta asignatura, África y yo nos sentamos juntas así que, como ella es buena en mates, consigue hacer que entienda algo.–No sé qué haría sin tí.
–Créeme, ni yo.
–Y recordad: no dejaros todo el tema para el último día.-Aconseja la profesora cuando suena el timbre.
Si supiese que yo siempre lo hago.
¿Que? Soy bastante vaga.
–Ahora toca...- mira el horario –Filosofía- alza baja las cejas repetidas veces.
Pues vamos allá.
(...)
–Dime que te has traído el libro- dice Nate a mi lado.
Asiento.
–Menos mal, me he dejado el libro en casa. Soy un desastre.
–Tranquilo, lo compartimos- digo poniendo el libro en medio de nuestra mesa.
Enzo entra al aula haciendo que todo el mundo calle.
Hoy lleva una camisa blanca que tapa sus brazos tatuados.
Pero qué caliente es.
Varias chicas que tengo atrás lanzan varios silbidos hacia mi hermanastro.
Digo, profesor.–Vamos bastante atrasados así que, hay que empezar la clase ya. ¿Alguien me dice quién es Aristóteles?- pregunta Enzo.
Retiro la mirada de él para que no me pregunte.
–Señorita Gómez- y obviamente esa soy yo, será capullo.
–¿Qué?
Escucho un par de risas atrás.
–Que me diga quien es Aristóteles.
Vale, mi mente se acaba de quedar en blanco.
¡Pero si lo sabía!
–Un filósofo- digo lo primero que se me ocurre.
–¿Y qué más?-insiste. Imbécil.
Me encojo de hombros.
–No lo sé.
Vuelvo a escuchar un par de risas de parte de mis compañeros.
–¿Alguien lo sabe?- suspiro aliviada cuando me deja de preguntar.
Stacy levanta la mano.
–Fue un polímita, filósofo, lógico, y científico de la antigua Grecia- dice lo más coqueta que puede.
Casi gruño ante sus intentos de ligar
–Muy bien señorita Benson- sonríe.
Sacudo la cabeza ante mis pensamientos.
Concéntrate, Nix.
–¿Te has enterado de lo de Stacy?- murmura Nate a mi lado.
Niego con la cabeza.
–Dicen que se quiere tirar al profesor- dice señalando con la cabeza a Enzo
Ajam.
–Que tenga suerte- ironizo haciendo una mueca de desagrado.
Nate ríe a mi lado ero no dice nada más.
–Dicho esto, ir a la página cuarenta y haced los ejercicios que hay- manda Enzo.
La verdad es que su voz ronca hace que te tiemblen las piernas.
–¿Acepta Aristóteles las teorías de las ideas de platón?- leo la pregunta de uno de los ejercicios.
Frunzo el ceño.
–¿Algún problema señorita Gómez?- me pregunta Enzo.
No puede ser.
–Eh... N-No. Ninguno.
Sonríe y desvía la atención a otro alumno.
Suspiro y me sobo la cara con frustración.
(...)
Llego a casa y a la persona que veo primero es a mi madre.
–¿Lo tienes todo listo?-pregunto al ver como prepara su maleta.
–Creo que sí- echa un vistazo alrededor -¿Has preparado la tuya?- pregunta sin mirarme.
–Aún no- hago una pausa –Oye...He pensado que ¿y si me quedo en casa de África? Su madre estaría encantada y así no molesto a Enzo- le doy mi mejor cara de niña buena.
–Ya lo hemos hablado, Nix. No me fío ni un pelo de vosotras dos juntas.
Touché.
Bufo y lanzo otra pregunta –Y, ¿no crees que es muy pronto para viajar con él?
Mi madre niega con la cabeza –Nos conocemos desde hace ya más de un año, Nix, yo no lo veo tan pronto.
Decido no insistir y salgo de la habitación sin decir nada más.
(...)
No hay cosa que más odie que hacer la maleta.
Bueno sí, deshacerla.
Termino de meter el último par de calcetines y cierro la maleta.
Pues esto ya está.
–Ya verás que luego no es para tanto- me anima mi madre entrando a la habitación.
–Eso espero- suspiro
–Te voy a echar mucho de menos, cielo- besa mi frente.
–Y yo a ti- sonrío -¿Sabes ya cuantos meses te vas?- pregunto.
–Máximo cinco meses.
Hago una mueca, eso es mucho.
¡AQUÍ TENÉIS EL CUARTO CAPÍTULO RESUBIDO! Recordad que en el libro de mi perfil "EXTRAS" podéis elegir que escena queréis ver de "¿Mi hermanastro? Mi profesor" :) ¡PASAOS Y DECIDME!
Instagram: @lidiasstorm
Os mando muchísimo amor.
–Lidia.
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¿Mi hermanastro? Mi profesor.
Romance¿Quieres tenerlo en físico? ¡Pues ya está disponible en Amazon! :) Nuestra historia no es la típica de hermanastros, no. En esas historias, su hermanastro no termina siendo su profesor. En esta sí. Por desgracia, soy alumna y hermanastra de Enzo Sol...