–No quiero volverte a ver en mi puta vida Nix. Para mí estás muerta. ¡¿Lo entiendes?! Muerta.- grita Negan cada vez más fuerte.
–Negan, por favor déjame que...
–Y una mierda- me interrumpe bruscamente–Grábate esta fecha, Nix, porque a partir de hoy, tú y yo no nos conocemos.
Y se va.
Para no volver.
(...)
Desde que he visto a Negan, los recuerdos de aquel día vienen a mi mente.
No puedo cambiar lo que pasó, por mucho que llore y ruegue a quien sea, y eso duele.
No sabéis cuánto.
El ruido de la puerta siendo abierta hace que deje mis pensamientos a un lado.
–¿Se puede?- pregunta Enzo.
Si ya estás dentro.
Asiento con la cabeza y mi hermanastro se acerca hasta los pies de mi cama, donde se sienta.
–¿Quieres que eche a Negan? Es decir, he visto que no habéis congeniado y...
Le interrumpo –No, no, tranquilo. Ningún problema–le intento sonreír de manera que parezca sincera.
–¿De verdad? Le puedo decir que se busque un jodido hotel o...
Le vuelvo a interrumpir –Que no, Enzo, de verdad.
Asiente con la cabeza y suelta un suspiro.
–Está bien.
Y sin más se levanta y sale de la habitación.
Y quedo sola con mis recuerdos.
De nuevo.
(...)
–El desayuno está listo- escucho el grito de Enzo. Termino de peinar mi pelo y al verme aceptable decido salir a desayunar. Después de tomar una larga respiración.
–Buenos días- digo una vez entro a la cocina. Y como no, el único que no responde es Negan, pero decido dejarlo pasar.
–¿A qué hora jugáis hoy?–pregunta mi hermanastro.
–Tenemos dos partidos, uno a las seis de la tarde y otro a las nueve- contesta Paul, con acento de algún país de Latinoamérica.
–¿Te apetece venir a verles?- ahora Enzo se dirige a mí. Los tres pares de ojos que hay en la sala se concentran en mí y, aunque sé que a Negan no le hará mucha gracia, a mí me apetece, así que afirmo con mi cabeza.
Mi hermanastro sonríe abiertamente ante mi respuesta y yo no puedo evitar corresponderle.
Nuestro contacto visual es interrumpido por el sonido de su móvil.
–¿Sí?–responde a la llamada, frunce el ceño–Enseguida estoy allí –Cuelga y se dirige a nosotros –Me tengo que ir al instituto ¿Alguno puede llevar a Nix?
–No tengo carnet- responde Paul.
Negan se queda en silencio. Los dos le están mirando. Tras unos segundos así, al parecer ve que no tiene otra salida, suspira muy pesadamente–Joder, está bien. Yo te llevo- dice de mala gana, sin mirarme a la cara.
–Pórtate bien con ella, eh. Que no me entere que me la tratas mal- advierte Enzo seriamente.Y por alguna razón no puedo evitar sonreír.
Enzo preocupándose por mí.
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¿Mi hermanastro? Mi profesor.
Romance¿Quieres tenerlo en físico? ¡Pues ya está disponible en Amazon! :) Nuestra historia no es la típica de hermanastros, no. En esas historias, su hermanastro no termina siendo su profesor. En esta sí. Por desgracia, soy alumna y hermanastra de Enzo Sol...