-¿Que haces tú aquí? -Dice Liliana, la mamá de Fernando-
-Señora yo...
•¡Yo la mato!•
-Señora nada. Pero bueno muchachita ¿hasta cuando vas a atormentar a mi hijo?
La cara de Mariana era de querer morirse, me miraba y yo la miraba desafiándola, diciéndole "fuera" con la mirada. Liliana se le iba a ir encima a la bruja cuando Fernando la agarró.
-¡Mamá ya!. -Grita Fernando-
Todos nos mirábamos las caras, esperando que por lo menos Fernando hiciera algo.
-Mariana... -Continuó- ¿que pasó?
-¿Me dejas darte un abrazo?
•¡Ahora si que la mato, los mato!•
Ella lo abrazó y esbozó una sonrisa irónica. ¡Zorra!.
-Feliz cumpleaños mi Cuchi, te amo.
•¿Cómo que "Cuchi"?. ¡Descarada!•
-Listo el abracito. ¿No? -Dije-
-Gracias. -Dijo Fernando-
-¿No me vas a invitar a pasar?-Dice ella-
-No. -Dice Liliana- y te voy a agradecer que respetes, no te quiero ver más en mi casa o cerca. Fernando e Isabel están comprometidos y tu no vas a hacer que se separen otra vez.
•¡En tu cara!, que bella ni suegra.
Soltó una carcajada la muy zorra.
-Las veces que Fernando ha vuelto a mí es porque ÉL quiso.
-Mariana ya. -Dice Fernando-
-Te duele que diga la verdad.
Los celos, la rabia y la impotencia me invadían. "Las veces" o sea que no solo fue en el momento del supuesto suicidio.
Respiré profundo y por primera vez en mi vida razoné antes de hablar y no me dejé llevar por mis impulsos. No quería darle el gusto.
-Bueno mi vida, las veces ya pasaron. Ahora antes de que te rompa los dientes, te pido que te vayas.
Yo sonreí. Y estoy segura que eso le molestó.
-Y serán más créeme.
Se fue, y los celos decían presente, miré a Fernando con cara de quererlo matar, y como ya me iba conociendo, sabía que tras esa mirada no debía ni hablarme.
-Bueno ya. Basta del show, sigamos en nuestra celebración. -Dijo Liliana-
Me acerqué al mueble donde estaban Andrea y mi sobrina, Andrea acudió rápido a mi llamada de auxilio con la mirada y adivinando mis pensamientos dijo:
-¿No habrás creído eso de "las veces", verdad?
Me encogí de hombros.
Pasaron dos horas, y entre ron y ron ya tenía la lengua trabada y hablaba de más, uno de mis tantos defectos. Como siempre intenté sonreír, y que no se me notara mucho.
Fui al baño a lavarme la cara y Fernando fue detrás de mí.
-Estás bebiendo mucho. -Dijo con tono serio-
-¿Quién dice?
-Yo.
Solté una carcajada. Ya estaba muy mal.
-¿Quién eres tú?
-Tu novio.
-Mi novio que comparto con Mariana. -Otra carcajada- ¡Eres un imbécil-
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Con olor a café.
RomanceIsabel es una estudiante, también empleada de una cafetería de Caracas. Lleva una vida relativamente normal, hasta que la misma da un giro de 360°; 180° por parte de su hermano menor Angelo, quien cambió mucho desde la ùltima vez que se vieron. Y 1...