Gabriel cierra los ojos y sonríe.
-¿Se te olvidó que íbamos a salir verdad?
Miro a Fernando que estaba recogiendo los envases vacíos.
-Gabriel mil disculpas...
-Buenas noches fami... Mierda. -Dice Carlos.-
Carlos llegó como caído del cielo para zafarme de semejante problemón.
-Es que hoy es el cumpleaños de Carlos y quedé en comer con él.
-Yo me voy. -Dice Fernando-
-¿Cumplo años? -Miro a Carlos con los ojos como platos- Ah, sí cumplo años.
-Ya va Fernando... No te vayas.-Digo casi sin voz-
-Sí Isabel, me voy. Buenas noches. -El gesto de Fernando era de querer matar y comerse al muerto-
No sabía que hacer, estaban tres hombres en mi casa, y me sentía muy avergonzada, lo más irónico es que con ninguno tenía nada. Casi podía leerle el pensamiento a Fernando, pensaría "¿No que no tenían nada?".
-Fernando...
Fernando salió sin mediar palabra con cara de pocos amigos, y Gabriel seguía parado en la puerta sin decir nada solo mirando.
-Entonces señorita será para otro día. -Sonrió-
La vergüenza era inimaginable, me sentía muy mal.
-Mil disculpas, te prometo que lo voy a remediar.
-Descuida. -Sonrió-
Se despidió con un beso en la mejilla y se fue.
-¿Me explicas que pasa? -Soltó Carlos una carcajada-
-Fernando... Es el lector. Y Gabriel es el amigo de Anaís que estaba conmigo en la noche que le dispararon a Angelo, él va en mi facultad y me invitó a salir yo acepté pero pasé todo el día con Fernando y se me olvidó todo. Me siento mal por Gabriel por dejarlo mal pero quería estar con Fernando no quería que se fuera... Y ahora, ¡Ash!.
Carlos torció el gesto, su cara se volvió tensa, y el aire del ambiente podía cortarse con un cuchillo.
-No me parece que andes metiendo extraños a tu casa.
-Fernando no es ningún extraño.
-¿Ah no? Dime que tanto sabes de él ¿hace cuanto lo conoces?
-Tengo mucho tiempo viéndolo, y bueno...
Me interrumpe.
-¡Viéndolo! No sabes si es un violador, un asesino.
-No sí. Ay Carlos por favor.
-Coño no quiero que te pase nada.
-¿Pero que me puede pasar? ¿que tiene de peligroso un lector?
-Un hombre que lee es lo más peligroso que pueda existir.
Solté una carcajada.
-Estás loco definitivamente.
-No quiero que te acerques más a él.
-¿Cómo es la vaina? Mira mira mira, ya yo soy bien mayorcita y mis papás hace rato que no están conmigo. Yo soy libre de hacer con mi vida lo que me dé la gana.
-Bueno pero no me da la gana de que lo vuelvas a ver pues.
-Carlos ¿que te pasa?
Esa actitud de Carlos en serio me había sorprendido, nunca había tenido problemas con que saliera con alguien, hasta me proponía presentarme a sus amigos, y ahora...
ESTÁS LEYENDO
Con olor a café.
RomanceIsabel es una estudiante, también empleada de una cafetería de Caracas. Lleva una vida relativamente normal, hasta que la misma da un giro de 360°; 180° por parte de su hermano menor Angelo, quien cambió mucho desde la ùltima vez que se vieron. Y 1...