Capítulo 28

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Me levanto como siempre a las siete de la mañana... Pero esa mañana hay algo en mí que no me gusta, la sensación de vacío y de que me falta algo es cada vez más grande.

Ni el café, ni la ida al trabajo en moto me tranquiliza... Aun no consigo saber que pasa.

Me pongo a trabajar y no me concentro, me vuelvo un desastre con los pedidos, y el café se me cayó dos veces.

-¿Estás bien Isa? -Pregunta el señor Raúl?

-Sí, no se preocupe. -Sonrío-

-Si te sientes mal me dices. ¿Vale?

Asiento, y sigo trabajando.

•¿Pero que pasa contigo Isabel?•

El resto del día sigue igual... No me concentro y no me concentro.

-¿Isabel tu no estarás embarazada no?

-¡No Cristina, sape gato!

Ella suelta una carcajada.

-¿Que pasa entonces?

-No sé... Yo... Ay olvidalo, cada día estoy mas loca.

Cristina se encoje de hombros y se va.

~

A las siete de la noche suena el timbre de mi casa. Y está mi hermoso lector parado en frente de mi.

-¿Puedo pasar?

-Claro. -Sonrío-

-Una película venezolana como a ti te gustan. -Dice mostrándome dos entradas al cine y se las arranco literalmente de las manos-

-El desertor... -Digo viendo las entradas- ¡Estoy lista en veinte minutos!

Y sí.. Debo ser la única mujer en el mundo que dice que en veinte minutos está lista... Y estoy lista.

Me vestí con unos jeans rotos, una sandalias, una camisa negra, un sobretodo gris, y un moño alto.

-Eres la novia más linda del universo.

-Si claro. -Sonrío y pongo los ojos en blanco-

-Claro que sí. -Dice dándome un beso-

~

La película me gustó mucho, me encanta el cine venezolano, y me encanta que a Fernando también... Sobre todo me encantan sus sorpresas, cada una mas espontánea que la otra.

-¡Isabel!

-¿Ah?

-Te estoy hablando mujer.

La desconcentración de la mañana vuelve a mi.

-Perdón. ¿Que me decías?

-Te estaba preguntando que querías comer.

-Ah. Lo que tu quieras. -Me encogí de hombros-

-Oye... ¿Que te pasa?

-No sé.

-¿Cómo que no sabes? -Frunció el ceño-

-Es que... Esta mañana... Sentí como si algo faltara en mi vida. Y no... No es mi hermano.

-A ver princesa... Vamos a la casa y le cuentas a tu psicólogo particular. ¿Va? -Dice sonriendo-

•¡Me lo como!•

Con olor a café.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora