•Dolor... Mi pierna... Mi brazo.
¿que pasó?•
-Tengo sed. -Logré decir, sin abrir los ojos-
Alguien me dió agua, aún no veía nada.
Recuerdos vagos del accidente llegaron a mi mente.
Mi cabeza va a explotar, que dolor.
-¿Que pasó? -Digo aún sin abrir los ojos-
Nadie responde.
Después de pelear con mi cerebro un buen rato, por fin abro los párpados.
Y ahí estaba esa sonrisa, la sonrisa de la que me había enamorado.
No podía creer lo que veía, creí que estaba alucinando, hasta que él habló.
-¿Estás bien? ¿como te sientes? Me tenías en ascuas Isabel, no vuelvas a hacer algo como eso.
Dios mío era Fernando. ¡Fernando después de tanto tiempo! ¡Estaba aquí, y estaba preocupado por mí!
•¡Mal parido si me dejaste sola! ¿que haces aquí?•
-Mal -Dije secamente-
Sonrió
-Ese carácter tuyo pequeña. Ya me di cuenta que estás bien.
-¿Que haces aquí? -Hice un gesto de dolor, al intentar alzar la voz sentí una punzada en la espalda-
-No te esfuerces Isa, que el golpe fue fuerte.
-¿Fuerte? ¿Cuanto tiempo tengo aquí?
-Dos días. Un camión te atropelló.
-¿Estaba en coma?
Soltó una carcajada.
-No, mi gran pequeña dama. Solo estabas inconsciente, por el impacto.
Noté que tenía un yeso en la pierna derecha, y uno en el brazo derecho.
-¿Y esto? -Dije señalando los yesos-
Suspiró.
-Tu pierna tuvo una pequeña fractura, y tu codo se salió de su sitio, afortunadamente no tuviste contusiones graves, y todas fueron externas.
-¿Tienes un espejo?
-No. -Sonrió- pero si lo que quieres es saber si estas bonita o presentable, déjame decirte que no lo estás.
Casi como si pudiera leerme el pensamiento... Como siempre.
-Eres un imbécil. ¿Por qué estoy desnuda?
Sonrió.
-¿Puedes intentar sentarte?
-¿Me ayudas?
Asintió, con un poquito de dolor me senté en la camilla, sentí una puntada en la espalda y grité.
-Recuestate de nuevo.
-No no. Estoy bien.
-Tu abuela y Andrea te trajeron ropa, ellas están en una consulta algo relacionado con un bebé.
-¡El bebé!. ¿Como está ella?
-Bien, pequeña. Ya hablaran. ¿Te quieres vestir?
•¿Vestir? Pero ¡Me va a ver desnuda!.Respira Isabel, no es para tanto.•
Asentí.
-Tranquila, yo cierro los ojos.
Otra vez me leyó el pensamiento.
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Con olor a café.
RomanceIsabel es una estudiante, también empleada de una cafetería de Caracas. Lleva una vida relativamente normal, hasta que la misma da un giro de 360°; 180° por parte de su hermano menor Angelo, quien cambió mucho desde la ùltima vez que se vieron. Y 1...