Tal como había dicho Fernando, Andrea tenía depresión post-parto, y con ayuda de un psiquiatra las cosas fueron mejorando al cabo de dos meses.
Todo estaba yendo perfecto, mi relación con Fernando, la salud de Andrea estaba bien y por supuestos mis sobrinos muchísimo mejor.
Estábamos en el mes de abril, y Andrea cumplía años. Por decisión de ella y mi abuela decidieron bautizar a mi sobrina dentro de la iglesia católica aunque yo no estaba muy de acuerdo.
-Isa no es nada del otro mundo. -Dice Andrea-
-Y ustedes que van a estar sabiendo que religión va a querer ella cuando crezca.
-Por ahora la que nosotros digamos. -Responde mi abuela- y haz silencio que estamos en una iglesia.
El padre comenzó con su habitual palabrería y yo me estaba muriendo del sueño, tanto que hasta cerré los ojos por unos segundos.
-Mi gran pequeña dama, te van a regañar.
-¿Ah?
-Que no te duermas que te van a regañar. -Sonrió Fernando-
-Ah, sí.
Casi al final del bautizo el padre mandó a quedarse de pie solo a los padres, y por supuesto el padre de mi Maria no estaba... Así que Fernando fue quién se quedó de pie.
Terminó por fin el martirio de la famosa misa y salimos a almorzar. Como siempre estábamos mi abuela, Andrea, Carlos, Fernando, Gabriel, en esta ocasión también el papá de Andrea... Que se llevaba de maravilla con mi abuela, vaya par. Y por último Sofia y mi sobrino... Y una de las madrinas, para la sorpresa de todos los que estábamos ahí, era Sofia, su relación con Andrea gracias a Dios era buena.
Celebramos no sólo "el bautizo" de mi sobrina, sino también el cumpleaños de Andrea en la casa Monsalve. Bailamos y comimos muchísimo, ese fue uno de los días mas lindos que he tenido, aunque hubiese sido mejor si mi hermano nos hubiera acompañado.
Yo estaba sentada desde dentro, viéndolos a todos hablando y riendo, y yo sonreía con ellos.
-¿Que pasa? -Dice Fernando abrazándome por la cintura-
-Me encanta verlos así; felices.
-Ya lo veo en esos ojitos.
-Lo extraño. -Dije refiriéndome a mi hermano.
Fernando suspiró.
-Lo sé, princesa. -Y me dio un beso en la frente- pero él está feliz de lo que haz construido, y de que mantengas a su familia unida. Estoy seguro de eso.
-Todo hubiese sido mas perfecto si él estuviera aquí.
-No hay que pensar en el "hubiese sido", hay que pensar en lo que "Está siendo". ¿Vale?
-Vale. -Lo besé-
-Mañana mi hermano va a correr. ¿Quieres ir?
-¡Claro que quiero, eso no se pregunta!
Él soltó una carcajada. Me encantaba que mi lector me hiciera cambiar de humor tan rápido, para bien.
-Y tengo otra sorpresa.
-A ver. ¿Cuál?
Sacó un paquete que yo sabía perfectamente que tenía.
-¡Invitación a un asesinato, gracias Fer!
-No me agradezcas, solo préstamelo después de que lo leas.
-Gracias, gracias, gracias. Te amo. -Lo besé apasionadamente.-
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Con olor a café.
RomanceIsabel es una estudiante, también empleada de una cafetería de Caracas. Lleva una vida relativamente normal, hasta que la misma da un giro de 360°; 180° por parte de su hermano menor Angelo, quien cambió mucho desde la ùltima vez que se vieron. Y 1...