Capítulo 30

225 18 8
                                    

Un puñal en el corazón hubiese dolido más que aquellas palabras tan frías y tan vacías.

Mi mente se nubló, y en estado de amenaza decidí intentar negarlo. Aunque muy dentro de mí sabía que era cierto.

Juro que lo que sentí en ese momento fue peor a lo que sentí cuando supe que habían matado a mi hermano. Desprecio, rabia, impotencia. Mi ira hacía Fernando era inimaginable.

-Eres un hijo de puta. -Dije meneando la cabeza-

-Isa. Perdón.

Ambos temblábamos violentamente, él muchísimo más. Quería matarlo, quería que él sufriera lo que sufrió mi hermano, quería arrancarle los ojos con las uñas.

-¡No tenías ningún derecho!

-¡Él mató a mi hermano! ¿Si tuvo derecho?

El corazón se me iba a salir de pecho, todo lo que estaba oyendo era muy duro para mí.

El hombre al que Angelo le había quitado la vida... Era Sujagui, el hermano de mi... De Fernando.

Todo me daba vueltas, estaba mareada, tenía muchas emociones juntas. No quería creerlo, aunque debía.

-¿Cómo es que nunca me dijiste que lo conocías? ¿Te acercaste a mí para matarlo más rápido?

Dije entre lágrimas.

-No Isa, jamás... -Intentó tocarme y yo me alejé- nunca lo conocí como TU hermano, él se hacia llamar Angel... No Angelo. Yo...

Comenzó a llorar.

-Yo no soy un asesino. -Continuó-

-¡Sí lo eres! -Grité-

-Actué por impulso... La rabia...

Lo interrumpí.

-Vaya que irónico. Y ahora estoy en tu lugar, estoy en frente el asesino de mi hermano. ¿Qué pasaría si yo también actúo por impulso?

Siendo muy sincera, lo primero que pensé fue en romperle un florero en la cabeza para matarlo, golpearlo hasta verlo tan mal como había estado mi hermano.... Y no sé si sería mi hijo, mi conciencia, o mi amor hacia él, que me lo impidieron.

-Escúchame por favor. Suja y Angel... Angelo... Eran socios, ambos traficaban, mataban gente, y hacían muchas mas cosas ilícitas. Tu hermano intentó salirse, pero le debía una plata a mi hermano, mi hermano estuvo mucho tiempo detrás de Angelo para que pagara, y él no quiso. Una tarde Suja fue a verlo, y lo amenazó de muerte. Esa misma tarde, Yao; el socio de ambos, vio como Angelo mataba a mi hermano... -Temblaba con violencia, y su voz se volvía un fino hilo de lágrimas- Yao intentó dispararle, pero Angelo le disparó a él primero, Yao estuvo en coma unos días. Sin embargo, todos sabíamos que él había visto quien había matado a mi hermano. Despertó y nos contó, yo no fui a tu casa te lo juro, nunca conocí a tu hermano ¿recuerdas? Yo lo cité en el barrio y...

No sabía que hacer, mi mente estaba bloqueada, quería irme lejos y no volver nunca, quería irme con mi hermano, quería matar a Fernando...

-¡No quiero detalles!

Dije interrumpiendo entre lágrimas.

-Por favor, déjame terminar. Yo lo asesiné por la espalda como un cobarde, como un idiota. Perdóname, perdóname Isabel.

A continuación se arrodilló delante de mí.

-... Yo jamás pensé que la vida me iba a dar un golpe así. Juro que nunca supe su parentesco hasta que vi esa foto en casa de tu abuela.

Con olor a café.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora