Capítulo 8

232 21 0
                                    

Como siempre, me levanto la primera por la mañana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Como siempre, me levanto la primera por la mañana. Odio esto, ya que hay determinado momento en el que me despierto y ya no puedo dormirme. Manías mías. Me dirijo a la cocina, a prepararme el desayuno.

—Buenos días. 

Álvaro da un bostezo mientras entra a la cocina. Se rasca la cabeza con gesto cansado.

—¿Ya estás despierto? —Pongo los brazos en jarras.

—Sí, aunque podría preguntarte lo mismo.

—Prácticamente padezco de insomnio. Apenas duermo.

—Pues eso es un problema. —Sonríe con un tono de comprensión.

—Te aplaudiría, pero estoy cansada.

—¡Hola, chicos! —Emma salta con alegría hasta llegar a la encimera.

—¿Tú no sabes lo que es dormir, verdad? —Arqueamos una ceja los dos a la vez.

—Sí lo sé. Pero ya he dormido. —Nos dedica una sonrisa radiante.

—Pues entonces dime que es lo que te fumas para estar siempre de tan buen humor.

—Alegría y felicidad, por supuesto.

—Dame un poco de eso, por favor. —Le pido mientras bebo un vaso de agua.

Emma me abraza levantándome unos centímetros del suelo. Luego me suelta con cuidado y abre la nevera para sacar una jarra con zumo de naranja.

—No sé por qué a la gente le gusta tanto dormir. Pierden el día. Con lo bonito que es... —comenta, distraída.

Dicho esto, empieza a tararear una canción mientras nos sirve un vaso.

—¿Les gastamos una broma? —Álvaro pone su mirada de niño pequeño bromista.

—¿Qué clase de broma?

Conozco esa mirada de sobra. Está tramando algo, y no va a ser precisamente bueno.

—Ya veréis.

Saca el móvil y busca algo en él. Cuando lo encuentra, sonríe y se vuelve a Emma. Esta lo mira con el mismo interés que yo.

—¿Dónde guardabas tú el altavoz ése pequeñito?

—En la mesa del salón. Espera.

Emma sale de la cocina y un minuto después vuelve con un mini altavoz.

—¿Para qué lo quieres?

—Ahora lo verás.

Conecta el altavoz a su móvil. Por ahí van los tiros. Nos van a matar. Pone el móvil en la encimera y le da a play.

Una de las marchas militares más famosas inunda la casa. A Emma y a mí nos da tiempo escaso de taparnos los oídos. Los chicos no tardarán en aparecer. Y si no lo matan, faltará poco.

Nuestro pequeño mundo(NPM#1)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora