Querida María:

159 20 3
                                    

Querida María:

Sé que te estoy escribiendo en mi diario, y que no vas a leer esto. Sólo necesitaba hablar contigo.

Hoy ha pasado un mes desde que estás en coma; y un mes desde que tengo los dieciséis. Te echo de menos.

Cuando te vi tumbada, inconsciente, me asusté mucho. Eres mi mejor amiga, y aunque no te lo diga, te quiero muchísimo.

En el hospital estaba de los nervios. No nos querían decir nada sobre tu estado hasta que no llegara tu padre. Y tu padre no llegaba.

Me senté en una esquina. Acababa de llegar el resto. A Dani le pusieron puntos y los demás fueron revisados. Estaban bien.

No tenía ganas de ver a nadie. Álvaro vino... Vale... Quizá ver, quería ver a alguien.

Me abrazó y me dijo que todo mejoraría. Él también estaba bastante nervioso. Me besó, sabe que eso me tranquiliza.

Pero apareció mi hermano. Se puso hecho una furia y empezó a perseguirle por todo el hospital.

La gente los miraba como si fueran retrasados, sobre todo nuestros amigos. Se suponía que estábamos ahí por ti.

Al final, un doctor harto de nosotros les dijo que pararan. Blas no quiso parar, por lo que Álvaro tampoco paró.

Hice lo que tenía que hacer. Le hice una llave de kárate a mi hermano. Lo tumbé en el suelo.

Todos nos pidieron explicaciones, por lo que tuvimos que contárselo. Así es: Álvaro y yo somos novios.

Vamos bien. No peleamos, ni discutimos y es muy dulce; lo único es que le cabrea que Adrián y yo seamos amigos. Está celoso, aunque no lo admita.

Estas semanas, que has estado en coma, hemos dormido juntos. No pienses mal, solo dormir. Es que desde que estás así, tengo insomnio. Ahora sé lo que se siente, y es agotador.

Suelo fingir que duermo, porque sé que si no me duermo, él no lo hará. Cuando ya está dormido, me dedico a observarle. Cada facción suya me enternece y me encanta.

Otras veces, paseo por el piso. Es aburrido, pero de verdad que no puedo dormir. Ya sé que es malo, pero no puedo...

Más cosas... Dani y Elena siguen juntos. Siento contarte esto, pero Elena se ha introducido en el grupo como una más. No te ha sustituido, nadie podrá sustituirte.

Sofía últimamente está más tranquila. Será porque estás aquí, pero ya no hace nada.

Sobre la presentación, tranquila. La han aplazado, para que puedas cantar. Todos están devastados por lo ocurrido.

¡Ah! Casi lo olvido. Detuvieron al que hizo que tuviéramos el accidente. Tuvimos suerte.

Todos los días venimos a visitarte al menos tres personas. Álvaro y yo somos los comunes, siempre vamos. A veces viene más gente, otras, solo nosotros.

De verdad que quiero que te despiertes. Todo es muy aburrido sin ti. Ya no puedo reírme contigo de trivialidades, ni molestar a los pájaros del parque...

Ya te lo he dicho pero... Te echo muchísimo de menos...

Cierro el diario, con lágrimas. Miro a mi mejor amiga. Sigue ahí, estática, sin moverse. Lleva ahí un mes.

Los médicos dijeron que no sabrían cuanto duraría.

—Em—Álvaro me llama desde la puerta—. Tenemos que irnos. Se ha acabado el horario de visita.

Asiento, entre lágrimas. Quiero que vuelva...

Le aprieto la mano. De manera instantánea, el medidor de latidos se dispara. La miro. Trata de mover los párpados.

—¡Se está despertando!—grito al médico, nada más lo veo.

Nuestro pequeño mundo(NPM#1)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora