Capítulo 9

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—Paso, patada y giro; paso, patada y giro

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—Paso, patada y giro; paso, patada y giro. ¡Vamos, chicos!

Si hay algo que todos deseamos que llegue son las horas libres. Todos los días, hay una hora libre. Algunos van a los clubs de canto, los empollones estudian y nosotros... Bueno, la mayoría van a las clases de baile de una de las profesoras más increíbles del instituto.

Clarabel tiene unos 35 años, pero se comporta como si tuviera 16. Lleva el baile en la sangre. Es alegre, divertida, pero bastante estricta. Sobre todo en lo que respecta al baile.

Aún recuerdo el primer día. Clarabel nos hizo bailar en solitario, para ver cómo íbamos. Fue uno de los mayores desastres de mi vida. Ya sabía que no sé bailar, pero la que lié allí... Por suerte, se le ocurrió una buena solución.

A partir de ese momento, me convertí en su ayudante. Le traía la radio, la música, todo lo que necesitara. Y mientras ellos bailaban, yo simplemente observaba.

Lo mejor de las clases de baile son las presentaciones. Cada dos o tres meses hay una presentación tanto de canto como de baile. Es realmente divertido, y eso que yo ni siquiera bailo.

Este día tampoco es una excepción a los últimos años. Clarabel ha marcado los pasos para la presentación de noviembre y ya están ensayando.

No puedo evitar observar a Emma y a David. Son los mejores bailarines del instituto, y la profesora siempre los pone juntos.

—Vale chicos. —Clarabel aplaude—. Está muy bien. Voy a buscar al director para enseñarle lo que estamos haciendo. Podéis tomaros un descanso.

Emma suspira. Parece agotada. Y no es para menos. El baile no es nada fácil. Se acerca a mí, poniendo sus brazos sobre la cintura.

—Lo estáis haciendo genial. —La animo como puedo.

—Es muy complicado. —Se queja.

—Hoy estás muy tensa. ¿Seguro que estás bien?

—Por supuesto que estoy bien. —Se pone a la defensiva. Tan bien no estará.

—No sé... Normalmente no te cuesta. Lo estás haciendo muy bien, pero te lo piensas mucho. Suele salirte solo.

—Quizá tengas razón. Pero tranquila, sólo estoy un poco cansada.

Patri la llama y Emma se dirige hacia ella, no sin antes murmurar un "gracias".

—Álvaro, ¿podemos hablar un momento? —David me saca de mis pensamientos.

Se dirigen a hablar cerca de donde yo me encuentro. Agudizo el oído para oír lo que digan. Mi vena cotilla entra cuando estoy aburrida.

—Quiero cambiar las parejas.

—¿Qué? —Álvaro abre los ojos.

A mí también me sorprende lo que le dice David. ¿Cambiar las parejas? ¿Ahora? Llevan siendo las mismas desde que entramos en 1° de la ESO.

Nuestro pequeño mundo(NPM#1)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora