Capítulo 14

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Las lágrimas pueden conmigo

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Las lágrimas pueden conmigo. Camino fuera de la discoteca, llorando a mares. Por suerte, y por desgracia, empieza a llover. Estúpido otoño.

¿Cómo he podido ser tan imbécil? ¿Cómo he podido creer que él sentiría algo por mí? ¿Cómo he podido no darme cuenta de que ellos dos se gustan? Por esta razón no suelo mostrar mis sentimientos. Ahora pueden herirme fácilmente.

Voy más rápido a través de la espesa lluvia. Lo bueno es que no se me ve llorar. Solo quiero llegar a mi casa y dormirme frente a un tarro de helado.

Voy tan rápida que tropiezo en un paso de peatones. No está pasando nadie en este momento. Ojalá pasaran y me atropellaran. Se acabaría mi sufrimiento. Y está claro que no le importo a nadie.

Lloro aún más mientras permanezco de rodillas en medio del paso de peatones. Por favor, que me atropellen ya.

—¡Emma! —grita una voz.

—¿Dios? —Me pongo la mano en la cara, por una luz.

Como respuesta, alguien me coge la mano y me da media vuelta. Álvaro. Jo.

—¿Qué haces aquí? —pregunto entre lágrimas. No se lo voy a ocultar.

—He salido detrás de ti. Estaba preocupado.

—¿En serio? Pues no hace falta que te preocupes más. Sabía que era demasiado bonito para ser cierto.

—¿El qué? —Me coge antes de que me vaya.

—¡Lo nuestro! Todo esto ha sido una completa estupidez.

—¿No me vas a dejar explicarte lo que ha pasado?

—No quiero saberlo. Pero ya me lo imagino. Le has confesado tu amor a María y la has besado. Fin de la historia.

—Em, eso no es lo que ha ocurrido. Yo...

—Te repito que no hace falta que me expliques nada. Me alegro de no haberle dicho nada a los chicos. Así se hará más fácil. —No dejo de llorar. ¿Qué me está pasando?

—Em, déjame que te lo explique. Luego, si quieres corta conmigo. Pero no la he besado porque me guste.

—¿No me digas? ¿Vas besando a la gente por obligación? No sabía yo eso.

—Em... —Me contempla con unos ojos que soy incapaz de resistir.

Me cruzo de brazos, dándome cuenta de que seguimos en el paso de peatones. Accedo con un gesto.

—Había unos tíos molestando a María, ¿vale? No te encontraba. Tú siempre eres la que saca a María de sus problemas. Ella es mi mejor amiga. También quería ayudarla.

—¿La besaste para ayudarla? Si pretendías que no cortara contigo, no lo has conseguido. Adiós. —Me doy media vuelta para irme, pero vuelve a agarrarme..

Nuestro pequeño mundo(NPM#1)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora