Capítulo 50-Emma

133 13 0
                                    

Me aburre demasiado estar parada. Camino por la tienda mientras Álvaro se prueba otro esmoquin. ¿Qué culpa tengo yo de que no le queden bien? Miro por el escaparate, observando como Madeleine y Paula pasan tranquilamente. Es mi oportunidad de averiguar algo.

-Rubia de bote y de mi corazón -me acerco a mi mejor amiga.

-Dime castaña de mis amores... -bromea, algo aburrida.

-Quédate un momento aquí con Álvaro. Sabes mis gustos, dile lo que opinas. Vuelvo enseguida. Gracias.

-Pero...

Ya me he ido. Corro para alcanzarlas, y una vez que las tengo cerca, tomo distancia. Tengo que verlas, pero ellas no deben verme a mí.

-¿Y qué tal van las compras?

-Bastante bien... José me da todos mis caprichos, es muy tonto, el pobre... -suelta una carcajada.

-¿Nunca te dan lástima?

-¿Por qué? Son hombres ricos, que lo tienen todo. Deben aprender a verse como nosotras, cuando tenemos apuros económicos.

-Tienes razón, madre... ¿Y qué has comprado?

-Perfumes, zapatos y un vestido. Ahora voy a buscar una maleta gigante, para cuando tengamos que huir en el aeropuerto con todo lo que tenemos.

-¿Y el trasvase financiero cuando se hará?

-Tranquila, Paula, lo tengo todo controlado... Lo haré en la noche de bodas, cuando ese muermo -pone cara de asco- se quede dormido en la cama. Por la mañana nos iremos, punto pelota.

Gracias, Madeleine... Toda esa información vendrá bien para detenerte. Cuanto me alegro de estar colaborando en esto... querida.

-¿Qué haces?

Lo dicen demasiado fuerte y se hace el silencio. Miro detrás de mí, es Álvaro. Pero ya es demasiado tarde.

-¿Qué ha sido eso?-mierda.

-¿Qué pasa?-me mira, interrogante.

Unos pasos avanzan hacia donde estoy escondida, cerca de los baños. Lo llevo de la mano al baño de chicas y nos metemos en una de las cabinas.

-¿Estás segura de haber oído algo? Creo que estás paranoica, querida -esa es Madeleine.

-No, madre. Te aseguro que he oído a alguien. Nos estarán espiando.

-Deja de decir tonterías... Nadie sabe nada, y ahora vamos.

Bendita Madeleine que acaba de salvarme la vida. Escucho sus pisadas salir del baño, pero aguanto mi mano en su boca un poco más.

-Vas a tener que explicarme qué demonios está pasando aquí.

-¿Confías en mí? -le miro a los ojos.

-Pues claro, Em...

-Pues tienes que dejarme hacer esto sola. Debes confiar en mí.

-Osea, que no me lo vas a decir-me mira mal.

-Lo siento... Aún no puedo decirte nada. Pero te quiero, te quiero mucho y debes confiar en mí. No es nada muy malo, ¿vale?

-Está bien. Pero me debes una explicación.

-Te lo prometo.

-Ya debe ser importante, para que me hayas dicho que me quieres.

-Lo es-le doy un beso corto, pero lleno de sentimiento.

Después, lo arrastro fuera. Mi mala suerte me persigue, Blas y Dani.

-¿Qué hacéis saliendo del baño de las chicas?

Nuestro pequeño mundo(NPM#1)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora